Lidl ha convertido Canarias en un laboratorio estratégico para su modelo de innovación sostenible, integrando la gestión de residuos, la movilidad eléctrica y la energía solar como pilares de una estrategia que refuerza su liderazgo en el sector de la distribución. La compañía avanza hacia un modelo de negocio más eficiente y responsable, donde la economía circular deja de ser una tendencia para convertirse en una ventaja competitiva.
El proyecto más reciente, que transforma los residuos plásticos de sus tiendas en bolsas de basura recicladas, consolida una visión empresarial centrada en la optimización de recursos y la reducción del impacto ambiental, con resultados tangibles y medibles.
Economía circular aplicada al retail
Lidl Canarias ha puesto en marcha una iniciativa pionera para revalorizar los residuos plásticos generados en sus propias tiendas, convirtiéndolos en bolsas recicladas de la marca Purio. El proyecto, reconocido por Aenor como ‘Proyecto de Economía Circular’, permite fabricar 16 millones de bolsas a partir de más de 1.500 toneladas de plástico recuperado.
El sistema integra todas las fases del ciclo —recogida, clasificación, reciclaje y fabricación— y forma parte de la estrategia global REset Resources, con la que la compañía se ha propuesto reducir en un 30% el uso de plástico y garantizar la reciclabilidad del 100% de sus envases para 2025. En el archipiélago, Lidl fue además la primera cadena en eliminar las bolsas de un solo uso y sustituir las de fruta y verdura por versiones compostables y biodegradables.
Esta transformación no solo genera eficiencia operativa, sino que también fortalece la relación con el consumidor, que cada vez valora más la coherencia ambiental en la gestión de las empresas.
Movilidad eléctrica y energía solar como eje de innovación
Desde 2018, las Islas Canarias se han convertido en un punto clave para la estrategia de sostenibilidad de Lidl. La cadena ha instalado casi un centenar de puntos de recarga para vehículos eléctricos y ha incorporado los primeros camiones eléctricos del sector de la distribución en Canarias, evitando la emisión de unas 100 toneladas de CO₂ al año.
Además, la compañía ha reforzado su red logística con la instalación de paneles fotovoltaicos en sus plataformas y tiendas, cubriendo más de 40.000 metros cuadrados de superficie solar. Este modelo energético refuerza su independencia y eficiencia, y proyecta a Lidl como un referente en la transición hacia un retail más sostenible.
Con la colaboración de partners como La Red by Veolia y Sphere España, Lidl integra innovación, circularidad y compromiso ambiental en una estrategia que redefine los estándares del sector y marca el rumbo de la sostenibilidad empresarial en España.
Fuente: Revista Aral