La reciente entrada en vigor de la masa máxima de 44 toneladas en los camiones representa una modificación largamente esperada por la industria siderúrgica y por otros sectores intensivos en transporte de mercancías. Esta actualización normativa supone un avance significativo en materia de eficiencia logística, al responder a las demandas históricas de los cargadores y contribuir a una mejor competitividad del transporte por carretera.
Incorporación de mejoras en la Orden PJC/780/2025
La Orden PJC/780/2025, de 21 de julio, que incorpora esta modificación, contempla también otra novedad relevante para el transporte de productos siderúrgicos. En el artículo 3.1, se especifican las dimensiones máximas autorizadas para los vehículos articulados (excepto autobuses), fijando una longitud máxima de 16,5 metros. No obstante, la norma añade una excepción de especial interés para el sector:
“Los vehículos o conjuntos de vehículos que transporten barras metálicas, vigas, tubos o elementos longitudinales de similar forma, como conjunto de elementos indivisibles que solo superan como dimensión máxima permitida la longitud, podrán rebasar en 150 cm la longitud que les corresponda.”
Objetivo de la modificación normativa
Con esta medida, La Administración busca reducir la necesidad de solicitar autorizaciones complementarias de circulación para aquellos vehículos que transportan elementos indivisibles con un exceso limitado de longitud. Estas autorizaciones, aunque habitualmente concedidas, implicaban trámites adicionales que afectaban negativamente tanto a los cargadores y transportistas como a la propia Administración. A partir de ahora, deja de ser necesario solicitar la autorización si la carga excede la caja del semirremolque en hasta 150 centímetros).
Valoración de la simplificación administrativa
Las asociaciones empresariales han venido señalando en reiteradas ocasiones el impacto negativo del exceso de cargas administrativas. En este sentido, resulta especialmente positivo que la Administración promueva iniciativas de simplificación normativa como la mencionada, que contribuyen a agilizar los procesos y a facilitar la actividad de las empresas vinculadas a la cadena de suministro siderúrgica.