08 de noviembre de 2025 Publicado en Sin categoría 0 Comentarios
Después de tres décadas en Barcelona, Karmentxu Buldain vivió algo que le cambió la vida: un confinamiento rodeada de naturaleza, en las montañas de Huesca. Aquella pausa inesperada fue el inicio de una transformación profunda. “En vez de volver a Barcelona, decidimos venirnos a vivir a Pamplona”, cuenta. Y no sólo cambió de ciudad, también de rumbo.
Diseñadora gráfica de profesión, mantenía su actividad online, pero algo dentro de ella pedía volver a lo manual, a lo creativo, a lo natural. Y así, casi por casualidad, se topó con unos cursos de floristería del Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare. No lo dudó. Se formó en diseño floral, composiciones con plantas, gestión de floristería… Hasta que lo vio claro: quería su propio espacio.
Flores Bosquecillo abrió sus puertas hace un año y medio en el corazón de Pamplona, justo frente al parque que le da nombre. Un local que antes fue una oficina de seguros y que ahora rebosa vida, color y aromas.
Además de una cuidada selección de flores y plantas, Karmentxu ofrece productos únicos: joyas inspiradas en flores, bombones con forma floral, vinos especiales… Detalles diferentes que sorprenden a quienes entran por primera vez y fidelizan a quienes buscan algo más que un ramo.
Y hay algo más que la distingue: abre sábados y domingos, mañana y tarde. Porque sabe que muchas veces es cuando realmente hay tiempo para regalar, o regalarse, un poco de belleza.
Está a punto de lanzar su tienda online para que cualquier persona pueda disfrutar de sus creaciones desde casa. Y ya prepara su campaña de Navidad, que promete venir cargada de inspiración.
Karmentxu ha participado en el programa del Ayuntamiento de Pamplona y CEIN Iruña Ekintzaile | Pamplona Emprende para dar un nuevo impulso a su comercio. Una experiencia que define como “muy positiva y muy recomendable en la que conectó con otras personas emprendedoras, compartió inquietudes, refrescó conocimientos y se sintió acompañada.
Un proyecto que demuestra que nunca es tarde para reinventarse y que, a veces, una flor puede cambiarlo todo.