Este fin de semana, las calles de más de 15 ciudades españolas se llenaron de personas que, junto a movilizaciones en los cinco continentes, reclamaron un cambio urgente ante la crisis climática. España se sumó así a una jornada histórica de acción global convocada por Alianza por el Clima – a la que pertenece Alianza-ActionAid- que unió voces en decenas de países para exigir medidas reales frente a la emergencia climática.
Mientras en Belém, sede de la COP30, casi 100.000 personas marchaban para pedir compromisos vinculantes a los líderes mundiales, en España miles de personas se movilizaron bajo un mensaje común: “El clima exige acción, el futuro esperanza”. En todo el mundo participaron cientos de miles de personas en protestas que atravesaron los cinco continentes.
España exige acción climática
Madrid, València, Barcelona, Málaga, Córdoba, Pamplona-Iruña, Xixón, Sant Cugat del Vallès o Burgos, además de actos previos el viernes 14 en Bilbao y Logroño, se sumaron a la movilización para exigir acción climática urgente.
En Madrid, alrededor de 300 personas se realizó un mosaico humano como símbolo de unidad y de compromiso climático. En Barcelona, la concentración reunió a cientos de manifestantes en el Moll d’Espanya, en un ambiente reivindicativo que también se repitió en decenas de ciudades del país. Las acciones incluyeron manifestaciones, concentraciones, performances participativas y actos simbólicos que visibilizaron la urgencia de actuar.
Las movilizaciones de este fin de semana han dejado claro que la ciudadanía no está dispuesta a aceptar más retrasos ni medidas insuficientes. En un momento en el que la COP30 se celebra en territorio amazónico y bajo la mirada del mundo entero, estas protestas globales recuerdan a los líderes políticos que la acción climática no puede seguir posponiéndose.
La exigencia es clara: justicia climática, una transición justa y medidas ambiciosas que protejan la vida y los derechos de las personas y del planeta.
Un modelo económico que agrava desigualdades y crisis
Bajo el lema común “El clima exige acción, el futuro esperanza”, las protestas denunciaron que el actual modelo económico, basado en la dependencia de combustibles fósiles, está agravando las desigualdades sociales, encareciendo bienes básicos y provocando crisis cada vez más frecuentes. Este modelo beneficia a unos pocos mientras expone a millones de personas a fenómenos extremos como olas de calor, inundaciones o incendios, cada vez más intensos y devastadores.
Más de 50 organizaciones sociales, ambientales y sindicales han firmado el manifiesto, que reclama un pacto sociopolítico capaz de garantizar los medios necesarios para reducir urgentemente las emisiones y proteger a las comunidades más vulnerables frente a los riesgos climáticos crecientes.
“El poder, los recursos y las decisiones deben estar en manos de las comunidades que arden y se inundan, no en las de quienes se lucran de nuestra vulnerabilidad”.