1. Entiende de verdad cómo es el examen (y qué te van a exigir)
Antes de subirte a la moto en el circuito, tienes que tener este mapa mental claro:
1. Parte teórica (si te corresponde)
Tendrás preguntas sobre seguridad vial, normativa específica de moto y algo de mecánica básica. No te fíes solo de lo que te “suena” del carnet de coche: hay preguntas específicas de moto que caen mucho.
2. Pruebas en circuito cerrado
Aquí harás:
- Maniobras a baja velocidad (equilibrio, zigzag, giros cerrados).
- Maniobras a mayor velocidad (esquiva, frenada de emergencia, tiempos).
3. Examen de circulación en vías abiertas
Se realiza con intercomunicador con el profesor/examinador. Valoran más tu actitud global al conducir que un “detalle perfecto” aislado.
Qué debes hacer tú:
- Pide a tu autoescuela un esquema por escrito de todas las pruebas, con tiempos y criterios de suspenso.
- Pregunta: “¿En qué fallan más los alumnos aquí?” y que te lo digan claro.
- Mira vídeos de las maniobras (siempre que sean de tu mismo tipo de circuito) y anota dónde suelen meter la pata los demás.
Cuanto más concreto sea lo que esperas, menos lugar queda para el miedo difuso.
2. Elige bien la autoescuela y sácale todo el jugo
No todas las autoescuelas están igual de especializadas en moto. Y se nota.
Qué mirar al elegir:
- Que tengan motos similares a las que vas a llevar después (peso, altura de asiento, tipo de motor).
- Que el profesor de moto sea motero o motera de verdad, no solo alguien que “da clase”.
- Que te hablen con claridad de sus tasas de aprobados y cuántas prácticas hacen de media.
Una vez dentro, exprímelos:
- No vayas solo a “pasar la práctica”: ve a aprender algo concreto cada día (por ejemplo: “hoy quiero entender bien el uso del freno trasero en maniobras lentas”).
- Pide siempre feedback específico: en vez de “¿qué tal?”, pregunta:
- “¿Estoy entrando demasiado rápido en el zigzag?”
- “¿Miro bien lejos en la curva o bajo la mirada?”
- “¿Qué harías tú distinto en mi frenada?”
Si ves que pasan las clases y casi no te corrigen nada, mala señal. O lo haces perfecto (que es raro) o no te están observando con detalle. Exige corrección, que para eso pagas.
3. Domina el circuito: técnica, mirada y control de la moto
El circuito es el filtro grande. Muchos suspenden aquí por detalles que se pueden pulir si sabes en qué fijarte.
3.1. Mirada: donde miras, vas
- No mires al cono que te da miedo tirar: mira siempre un poco más allá del siguiente.
- En giros cerrados, no mires al suelo cerca de la rueda: mira hacia la salida del giro.
- Si bajas la mirada, automáticamente tiendes a cerrar más de la cuenta, frenar de golpe y desequilibrarte.
Haz este ejercicio en prácticas: antes de cada maniobra, repítete en voz baja: “mirada lejos, mirada lejos”.
3.2. Embrague, gas y freno trasero: tu “trío” en maniobras lentas
- Mantén un poco de gas constante (no lo cortes y abras de golpe).
- Usa el embrague en la zona de fricción, dejándolo resbalar lo justo para que la moto avance suave.
- Apóyate en el freno trasero para estabilizar:
- Un toque suave quita inercia sin “clavar” la moto delante.
- Evita usar el freno delantero en muy baja velocidad con la dirección girada: desestabiliza rápido.
Practica hasta que puedas hacer el circuito lento casi “de memoria” solo con ese juego: gas estable + embrague + freno trasero.
3.3. Velocidad y cronómetro: no vayas “a tope”
En las pruebas cronometradas muchos se obsesionan con ir rapidísimo… y acaban derrapando, tirando conos o colándose de tiempo por intentar corregir.
Mejor estrategia:
- Primero aprende a hacerlo limpio, sin errores, aunque te pases algo de tiempo.
- Cuando ya sea limpio, ve apretando un poco, recortando décimas sin romper la técnica.
- Debes llegar al punto en que hagas el circuito con la sensación de ir “fresco”, no al límite.
3.4. Frenada de emergencia
Aquí miran:
- Que uses ambos frenos (delantero y trasero).
- Que la moto no se cruce bruscamente ni hagas un bloqueo largo.
- Que frenes en línea recta, sin mirar al suelo.
Truco mental para la frenada:
- Cortas gas.
- Toque suave a ambos frenos.
- Aumentas presión progresivamente, con la mirada al frente.
Evita apretar la maneta delantera de golpe como si fuese un interruptor.
Circuito de equilibrio y maniobras: enlazando las maniobras B, A, E, sin limitación de tiempo.
Circuito de habilidades y velocidad: enlazando las maniobras C, D, F, con una limitación de tiempo de 25 segundos.
4. Dominar los nervios: el examen real es tu cabeza
Mucha gente que hace el circuito perfecto en prácticas lo falla el día del examen solo por nervios. Eso se puede trabajar.
4.1. Llega con margen y con algo de rutina
- No vayas corriendo ni con el tiempo justo. Eso dispara el estrés.
- Desayuna ligero, nada de ir con el estómago vacío ni pesado.
- Antes del examen, si puedes, sube y baja de la moto unas cuantas veces, mueve cuello, hombros y muñecas.
Tu cuerpo necesita entender que no está en situación de peligro, solo en algo importante.
4.2. Respira antes de cada maniobra
Antes de iniciar:
- Colócate.
- Respira hondo una vez.
- Visualiza el recorrido.
- Empieza.
Ese par de segundos marcan la diferencia entre salir “de golpe” arrastrado por los nervios, o salir centrado.
4.3. Acepta que puedes fallar un detalle… y no pasa nada
No te hundas por:
- Un pequeño toque de gas de más.
- Un titubeo al entrar en el zigzag.
Mientras no cometas un error eliminatorio, el examen sigue. No tires la toalla mentalmente a la primera sensación desagradable.
5. En circulación: conducir como si ya fueras motorista responsable
El examen de circulación no busca solo que “no cometas infracciones graves”. Buscan ver si pueden soltarte al tráfico con una moto potente sin que seas un peligro.
5.1. Posición en el carril y visibilidad
- No vayas pegado al borde derecho como si fueras una bici: mantente donde mejor veas y seas visto.
- En ciudad, piensa siempre: “¿Qué coche puede hacer algo raro ahora?”:
- Puertas que se abren.
- Coches que salen de un aparcamiento sin mirar.
- Vehículos que cambian de carril sin señalizar.
Cuanto más anticipes, menos maniobras bruscas harás.
5.2. Distancia de seguridad
Con moto, una frenada tonta de un coche puede ser tu caída.
- Mantén más distancia de la que crees.
- En lluvia, frío o firme dudoso, amplía todavía más esa distancia.
El examinador valora mucho que no vayas “pegado” al coche de delante.
5.3. Señalización y actitud
- Señaliza todo: cambios de carril, incorporaciones, giros. Aunque te parezca obvio.
- No dejes de mirar espejos: hazlo de forma visible pero natural.
- Evita el típico error: depender demasiado de lo que te dice el profesor por el intercomunicador. Tienes que mostrar que tú tomas decisiones sensatas.
6. Más allá de aprobar: mentalidad de largo plazo
El A2 te permite llevar motos que ya corren y pesan. Por eso, aunque apruebes, el examen real empieza después.
- Invierte en equipación decente desde hoy: casco homologado de calidad, chaqueta con protecciones, guantes siempre, buenas botas.
- No tengas prisa por ir “a fuego” el primer día con tu nueva moto; dedícale tiempo a conocerla, frenar fuerte en recta en un polígono, probar reacciones.
- Plantéate seguir aprendiendo: cursos de conducción segura o de perfeccionamiento en carretera te van a ahorrar sustos.
Aprobar está bien. No matarte está mejor.
Si quieres aprobar tu carnet de moto A2 con garantías, la clave no es un truco mágico: es combinar tres cosas:
- Claro conocimiento del examen (qué te van a pedir y cómo te van a evaluar).
- Buen entrenamiento técnico en circuito y circulación, pidiendo siempre feedback concreto.
- Gestión de nervios y mentalidad responsable, pensando más allá del aprobado y empezando desde ya a comportarte como un motorista adulto.
Si sigues estos cinco consejos con disciplina, no solo tendrás muchas papeletas para aprobar tu carnet A2, sino que empezarás tu vida en moto con una base sólida y la cabeza en su sitio. 🏍️💨