No imaginó jamás que sería triplemente rey en esta ciudad brillante y bulliciosa, capital de una isla parecida a un cocodrilo del estado de La Florida. Pero lo fue, incluso desde antes de poner un pie en sus calles.
Nacido el 17 de marzo de 1917 en Montgomery, Alabama, era hijo de Edward y Perlina Coles, pero, al final, lo importante es que el amor es su credo más preciado, y no se cansa de repetirlo: “Love is a many splendor thing”, el amor es una cosa esplendorosa, o espléndida. Aprendió a tocar el órgano de su madre, que era organista de la iglesia. Y eso le señaló el camino. Los datos lo aclaran bien: “Cuando tenía quince años, Cole abandonó la escuela secundaria para seguir una carrera musical. Se formó en Chicago, donde recibió una clara influencia del pianista Earl Hines“.
Esta noche el cabaret Tropicana está a tope. Él ya ha cantado antes aquí, y las luces parecen brillar más cuando escuchan su voz, en español, con marcado acento, que dicen:
Siempre que te pregunto / que cuándo, cómo y dónde,
tú siempre me respondes / quizás, quizás, quizás.
Y así pasan los días / y yo voy desesperando,
y tú, tú contestando / quizás, quizás, quizás.
El Rey Cole canta esta noche por tercera vez en el brillante escenario de este cabaret de Marianao, que ya resuena en todo el mundo, incluso en los cielos. Ha llegado hace dos días, el 23 de febrero de este año del Señor de 1958, y hoy miércoles 25 camina lento, bajo el signo de Piscis, mirando al público, que lo observa emocionado desde las mesas, y cubre su cabeza como mismo lo describió la revista Bohemia: “con un modelo atómico de sombrero”.
Le acompaña la orquesta de Tropicana, que fue también la elegida para acompañarle en su primer disco, cantando temas en español. El director, Armando Romeu, lo contó: “Sabía que la orquesta era una constelación de estrellas, y grabó con toda confianza con nosotros. Yo le arreglé cuatro canciones: Quizás, quizás, quizás, de Osvaldo Farrés; Noche de ronda, de Agustín Lara; El bodeguero, de Richard Egües; y Tú mi delirio, de Portillo de la Luz, en versión instrumental; porque no logró dominar la fonética de la canción. Nat era una persona muy amable y respetuosa, admiraba mucho la música cubana”.
Bajo las luces de esta noche de febrero, exactamente dos años después de su primera visita, Nat King Cole canta y los asistentes se estremecen:
Siempre en su casa presente está, / el bodeguero y el cha, cha, chá.
Vete a la esquina y lo verás, / y atento, siempre, te servirá.
Anda enseguida, córrete allá, / que con la plata lo encontrarás,
del otro lado del mostrador, / muy complaciente y servidor.
Bodeguero, ¿qué sucede? / ¿Por qué tan contento estás?
Yo creo que es consecuencia / de lo que en boga está.
El bodeguero bailando va, / y en la bodega se baila así,
entre frijoles, papa y ají, / el nuevo ritmo del cha, cha, chá.
Toma chocolate. // Paga lo que debes.
Toma chocolate, / paga lo que debes.
Le llaman “El crooner de la voz de terciopelo”. Pocos saben o recuerdan que Nat King Cole, visitó por primera vez el cabaret Tropicana de La Habana en febrero de 1956. Dice la prensa que “Realmente vino a Cuba en cuatro ocasiones, una de forma privada para conocer el escenario donde se presentaría, aunque de esa visita no hay muchos datos, y tres para cantar en el famoso cabaret”.
Nat King Cole grabó tres discos en español: “A mis amigos”, en Cuba; “Cole en español”, y “More Cole” (Más Cole). Esta noche, divertido, canta y susurra, se acerca al borde del escenario, alza los ojos hacia la luna y las estrellas que iluminan La Habana, y sabe que él también le da una luz inmensa a la ciudad, y vocaliza:
Acércate más y más, y más, pero mucho más.
Y bésame así, así, así como besas tú.
Pero besa pronto, porque estoy sufriendo.
¿No lo estás tú viendo? Que lo estoy queriendo sin quererlo tú.
Acércate más y más, y más, pero mucho más.
Y bésame así, así, así como besas tú.
Cuentan que la presencia de Nat King Cole en Cuba se debe al dueño de la disquera Panart, Ramón Sabat, que en un cóctel party en Hollywood, se le acercó y logró convencerlo para que grabara un disco con canciones en nuestro idioma. El gran cantante “organizó un equipo especial para estudiar el escenario y todo el cabaret”. Y confesó luego a Germinal Barral, que firmaba su sección “La farándula pasa”, en la revista Bohemia, como “Don Galaor”, lo siguiente: “Siempre me dio alegría saber de La Habana, que tiene tanta fama. Quise ir en varias ocasiones a Cuba, y estuve a punto, pero siempre algo lo impidió. Ahora tengo un compromiso ineludible”. Y dijo más en esa entrevista: “Conocer La Habana era uno de mis sueños, ahora que la conozco, imagínense. Sus avenidas, jardines y tiendas son sencillamente sorprendentes, paradisíaca; en general La Habana es muy bella”.
Incansable, casi múltiple, el gran cantante y pianista, que había formado su primer trío, junto al guitarrista Oscar Moore y el bajista Wesley Prince en el año 1937, ha trabajado en películas y actuado en Broadway. Y otro dato prácticamente desconocido: se convirtió en el primer afroamericano en ser anfitrión de una serie de televisión estadounidense.
Fueron tus ojos los que me dieron / el tema dulce de mi canción.
Tus ojos verdes, claros, serenos, / ojos que han sido mi inspiración.
Aquellos ojos verdes de mirada serena,
dejaron en mi alma eterna sed de amar,
anhelos de caricias de besos y ternuras
de todas las dulzuras que sabían brindar.
En su voz, “Aquellos ojos verdes”, de Nilo Menéndez y Alfonso Utrera, que han enamorado a millones de seres humanos, que han buscado la paz incendiaria de unos ojos similares provocan un estremecimiento. Pero, ante todo, la profunda serenidad de esa afortunada que motivó la canción. Nathaniel Cole lo siente. “Iniciado en masonería por el Rito Escocés, se convirtió en maestro masón”. Y él sabía bien del amor. Le invocaba, lo alababa, le cantaba como si fuera parte de un rito. Estuvo casado con Nadine Robinson de 1937 a 1948 y con Maria Cole desde 1948 hasta su fallecimiento.
Ahora termina de cantar otro tema movido que se nos quedará grabado para siempre, sobre todo por su simpático acento, cuando dice:
Cachitou, Cachitou, Cachitou mío, / pedazou de cielou que Dios me diou.
Nat King Cole falleció el 15 de febrero de 1965, a causa de un cáncer de pulmón. Pero algunas noches, de entre los árboles que rodean el cabaret Tropicana, como si fuera el viento, se escucha:
Toma chocolate. // Paga lo que debes.
Esta noche el cabaret Tropicana está a tope. Él ya ha cantado antes aquí, y las luces parecen brillar más cuando escuchan su voz, en español, con marcado acento.
Playlist
1. Nat King Cole - Aquellos ojos verdes (Nilo Menéndez y Adolfo Utrera)
00:00:25
2. Nat King Cole - Acércate más (Oswaldo Farrés)
00:02:35
3. Nat King Cole - Bésame mucho (Consuelo Velázquez)
00:05:15
4. Nat King Cole - Cachito (Consuelo Velázquez)
00:07:02
5. Nat King Cole - Solamente una vez (Agustín Lara)
00:09:37
6. Nat King Cole - Tres palabras (Oswaldo Farrés)
00:12:21
7. Nat King Cole - Noche de ronda (Agustín Lara)
00:14:25
8. Nat King Cole - Piel canela (Bobby Capó)
00:16:24
9. Nat King Cole - El bodeguero (Richard Egües)
00:18:51
10. Nat King Cole - Quizás, quizás, quizás (Oswaldo Farrés)
00:20:51