II Jornada de Debate sobre Violencia Económica y Salud Financiera: Desafíos, Soluciones y Avances Legales
Un año más, volvemos a la Universidad de Oviedo para celebrar la II Jornada de debate sobre «Violencia Económica y Salud Financiera: desafíos, soluciones y avances legales» para continuar avanzando en la visibilidad de la violencia económica, una forma de violencia de género que afecta al 11 % de las mujeres en España pero sigue siendo una gran desconocida.
A lo largo del evento, se discutieron los avances legales, las barreras actuales y las posibles soluciones para erradicar esta violencia estructural. Además, presentamos los avances en el estudio jurídico realizado en 2024 «Violencias Económicas y Salud Financiera: Un estudio jurídico«, realizado junto a la Universidad de Oviedo, que profundiza en la dimensión económica de la violencia de género, un tema urgente y necesario para avanzar hacia la igualdad.
Reconociendo la Violencia Económica: un enfoque sistémico
La jornada comenzó con una reflexión clave sobre la violencia económica y su relación directa con las estructuras patriarcales. Vanesa Fernández García, Directora de Igualdad del Principado de Asturias, destacó la importancia de reconocer que la violencia económica no es un incidente aislado, sino una manifestación de un sistema que perpetúa la desigualdad de género en todas sus formas. Según Fernández, es necesario luchar contra el patriarcado como sistema que fomenta la desigualdad económica, ya que las mujeres siguen siendo las más afectadas por la precariedad laboral, el control económico y la falta de acceso a recursos.
Por su parte, Patricia Stupariu, economista del Banco de España en la división de Educación Financiera, presentó datos cruciales sobre la brecha de género en educación financiera. A pesar de que esta brecha está disminuyendo progresivamente, especialmente entre las generaciones más jóvenes, las mujeres aún muestran una falta de confianza en sus conocimientos financieros. Stupariu destacó que muchas mujeres prefieren responder «no lo sé» ante preguntas financieras, lo que refuerza la idea de que no solo existe una brecha de conocimientos, sino también una brecha de confianza en su capacidad para tomar decisiones financieras informadas.
Este fenómeno se ve también reflejado en el estudio jurídico realizado junto a la Universidad de Oviedo, que analiza la situación global de las violencias económicas y cómo los países están comenzando a reconocerlas legalmente. Nadia Álvarez García e Igancio Tascón Amo, del Grupo de Investigación Finanzas y Gobierno Corporativo presentaron los avances en el estudio con datos como que, a nivel mundial, el 64,1% de los países ya reconoce la violencia económica, aunque aún queda un largo camino por recorrer para una mayor sensibilización y legislación específica.
La práctica de la Violencia Económica: ¿Qué se está haciendo?
La jornada también abordó la situación desde una perspectiva práctica, con mesas redondas que analizaron el trabajo que se está haciendo actualmente en el ámbito judicial, social y público. En la primera mesa redonda, «Salud Financiera y Violencia Económica: ¿Qué se está haciendo en la práctica?», se discutieron casos reales de mujeres víctimas de violencia económica en Oviedo. Según Cristina Sánchez, agente de policía judicial, cerca del 10% de las denuncias por violencia de género en la ciudad tienen componentes de violencia económica. Sin embargo, el desconocimiento y la invisibilidad de esta forma de abuso complican las denuncias y las respuestas institucionales.
Uno de los puntos más relevantes fue el rol de las instituciones públicas, las entidades sociales y los sindicatos como CCOO en la coordinación de esfuerzos para apoyar a las mujeres afectadas. Úrsula Szalata, responsable del área de igualdad, Cooperación y Cultura en CCOO Asturias, destacó la necesidad de corresponsabilidad y de tomar decisiones compartidas en todos los ámbitos de la vida, incluyendo las finanzas. Szalata citó que «no se puede acabar con la brecha salarial sin acabar con la brecha de cuidados«. Esta reflexión resalta la importancia de que el empoderamiento económico de las mujeres debe ir de la mano de una verdadera corresponsabilidad en el hogar y la sociedad.
Avances legales y retos pendientes: de la teoría a la práctica
En la segunda mesa redonda, sobre la Nueva Directiva y el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, se discutieron los avances legales y la implementación de políticas públicas para abordar la violencia económica. Sin embargo, los/as expertos/as coincidieron en que aún persisten importantes retos, como la falta de peritajes económicos y de auditorías que permitan demostrar de manera objetiva los daños causados por la violencia económica.
Javier González Vega, catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales, mencionó que el Pacto de Estado aún no ha logrado la colaboración plena de todas las comunidades autónomas, lo que dificulta su implementación efectiva. Además, María Beatriz Fernández-Pello Montes, abogada y Diputada Tercera de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo, destacó la necesidad de tipificar la violencia económica de forma más clara en el derecho penal, ya que actualmente no existe una legislación específica que la reconozca adecuadamente. «La violencia económica es el cerrojo que mantiene a las mujeres dentro de la jaula».
Conclusiones y propuestas: un llamado a la acción
Las conclusiones de la jornada fueron claras: la violencia económica debe ser reconocida y abordada de manera integral, desde el ámbito legal hasta el educativo y social. Entre las propuestas clave que surgieron destacan la normalización del reconocimiento de las violencias económicas, la importancia de la educación financiera, y la necesidad de una coordinación efectiva entre los diferentes sectores (público, privado y tercer sector) para ofrecer un apoyo real y continuo a las mujeres afectadas.
El estudio jurídico elaborado junto a la Universidad de Oviedo subraya que el papel de la sociedad civil y de la academia es fundamental para aumentar la sensibilización y prevenir la violencia económica. La erradicación de esta forma de violencia depende del empoderamiento económico de las mujeres y de un compromiso real por parte de todas las instituciones involucradas.
La jornada terminó con un poderoso recordatorio de la necesidad de avanzar en igualdad económica. Como concluyó Ana Isabel Sánchez Martínez, «El fin de la violencia es el fin de la dependencia». Este mensaje resume el objetivo central de la jornada: dar a las mujeres las herramientas necesarias para que puedan vivir sin depender económicamente de sus agresores y, así, poder construir una vida libre de violencia.
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