El inexplicable bloqueo de Extranjería

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No diré no lloréis, porque no todas las lágrimas son amargas”. Ojalá le hubiese podido decir esta frase al cliente que amargamente lloraba en mi despacho. ¿La causa? Pues la que venimos denunciando desde hace mucho tiempo. Que las Delegaciones de Extranjería, y la de Navarra no es una excepción, están absolutamente colapsadas y los plazos de resolución se extienden mucho más allá de lo aceptable por la falta de personal ¿Y cuál sigue siendo la principal consecuencia? Oportunidades perdidas, sueños rotos y perjuicios para el migrante, las empresas y el propio Estado.

Este cliente responde al prototipo de migrante perjudicado por este motivo. Dos años en España en situación irregular para poder regularizarse a través de un arraigo. Después de muchas puertas cerradas, encuentra una empresa que está dispuesta a ofrecerle un contrato para que pueda iniciar su regularización y que va a esperar a que la administración responda a su solicitud. Recopila la documentación, invierte dinero en la solicitud y la presenta. Empieza a ver con claridad la luz al final del túnel, la orilla después de mucho tiempo a la deriva. Y después de siete meses y medio esperando una resolución que no llega, la empresa le dice que lo siente mucho, que no puede esperar más para cubrir el puesto de trabajo y que ya ha encontrado otra persona. Con algo de suerte, podrá encontrar otra empresa que le ofrezca un contrato y pueda completar su trámite. Pero en la mayoría de las ocasiones, todo el esfuerzo y el tiempo no han servido para nada y toca empezar el proceso de nuevo.

¿De verdad es tan complicado solucionar de una vez la falta de personal en las Delegaciones de Extranjería? No puede ser tan difícil. ¿Es necesario que todos los empleados de las delegaciones sean funcionarios con una oposición aprobada? ¿No se pueden nutrir las delegaciones de personal laboral externo como se hace en otros ámbitos de la Administración?

En el caso de Navarra, ¿no habrá personas en situación de desempleo que estarían dispuestas a trabajar en la delegación? Por dinero no puede ser. Tanto a nivel estatal como a nivel de Comunidad foral se baten todos los récords de recaudación año tras año. De verdad que no se entiende. Uno ya no sabe si es porque no se puede solucionar, no se quiere solucionar, no tienen ganas de hacerlo o porque no es una prioridad. Como digo, pierde el migrante, pierde la empresa y, claro que sí, pierde el Estado, porque es una persona menos que cotiza y aporta.

Dejo por aquí una posible solución al problema. El propio Reglamento de Extranjería prevé la concesión de permisos provisionales de trabajo durante el tiempo que dura la instrucción y resolución del proceso. Lo prevé en las modificaciones de las estancias por estudios a residencia y trabajo y en algunos supuestos de las solicitudes de residencia por ser familiar de un ciudadano español. Hagamos esto extensivo a los arraigos. Si no se va a solucionar el problema de personal en las delegaciones y vamos a seguir permitiendo que los migrantes y las empresas tengan que esperar muchos meses para poder iniciar su actividad laboral, hagamos esa espera por lo menos más sencilla y adecuada para ellos. Un permiso provisional de trabajo en los supuestos de arraigo permitiría iniciar a los migrantes su trabajo, con todos los aspectos positivos que ello conlleva y, a las empresas, cubrir su falta de personal. Creo que no es tan difícil.

Recapiti
ana-yerro