Jugar sin barreras: actividades en familia y en el aula - Famma

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Jugar sin barreras: actividades en familia y en el aula

El juego es una actividad lúdica y de aprendizaje fundamental, ya que a través de él los menores adquieren diferentes habilidades y destrezas tanto cognitivas como sociales y afectivas.  

Según la Convención de los Derechos del niño de 1989, el juego es un derecho ‘’Todos los Estados Parte deben garantizar el derecho al niño, al descanso, al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su vida’’.  

Aunque todos los niños tienen derecho a disfrutar de este espacio educativo y motivador, no siempre sucede así.  Los menores con discapacidad física y/u orgánica se enfrentan a diferentes obstáculos físicos u orgánicos que puede dificultar la participación en juegos, convirtiendo lo que debería ser una experiencia positiva en un verdadero desafío.  

Ante esta realidad, los juegos adaptados surgen como una valiosa herramienta lúdica que garantiza la inclusión educativa y social de todos los menores, sin dejar a ninguno de lado.  

Adaptar un juego significa modificar sus normas, sus materiales o procesos para que todos puedan disfrutar de él, independientemente de sus necesidades y de sus capacidades, sin alterar su esencia. No se trata de hacerlo más fácil, sino más accesible. Tanto en el hogar como en la escuela, esta adaptación promueve la igualdad de oportunidades, fortalece la autoestima y la autonomía, y favorece el desarrollo de habilidades sociales.  

En las próximas líneas del artículo encontrarás ideas sencillas y creativas para adaptar juegos y actividades, tanto para casa como para el colegio, mencionando también recursos oportunos que os ayudarán a ponerlos en práctica.  

Liberar su imaginación: actividades creativas.  

Estas tienen como objetivo permitir que los menores exploren sus ideas, aumenten su creatividad y mejoren la motricidad fina y gruesa, en algunos casos.  Los dibujos sensoriales tratan de fomentar el trabajo con diferentes sentidos, y favorecer distintos tipos de acceso al dibujo. 

Las manualidades que recomendamos desde el Departamento de Educación de FAMMA, son las siguientes:  

  • ‘’Color con texturas’’: rellenar un paisaje, animal o personaje en blanco a color a través de folios con diferentes texturas. Para ello, se necesitará cartulina, folios de colores, papel de seda y de lija, esponjas y algodón; además de pegamento y tijeras.  
  • ‘’Creando con pegatinas’’:  este ejercicio es muy útil para aquellos menores que tienen movilidad reducida. Se realizarán con pegatinas de un tamaño y grosor que sean fáciles de manipular, de diferentes colores para lograr un acabado llamativo visualmente y se colocará la cartulina sobre una superficie inclinada a una altura adecuada para facilitar el movimiento.  
  • ‘’Pintar a través de plataformas digitales’’:  para determinados niños les resulta complicado, pintar y dibujar en formato físico por lo que realizó a través de medios electrónicos puede ser una vía de acceso fácil y efectiva para ellos.  Este ejercicio se puede realizar por medio de aplicaciones del Paint3D y Canva. Se pueden utilizar las capas para crear diferentes elementos, experimentar con diferentes colores y patrones e incluso buscar algún fondo ya creado a través de internet.  

Todas estas, se realizarán teniendo en cuenta los siguientes consejos:  

  • Preparar los materiales con suficiente antelación.  
  • Actividades realizadas en una mesa y silla regulable.  
  • Realizarlo en una zona delimitada y segura.  
  • Cortar con plantillas o moldes.  
  • Hacer uso de materiales con diferentes texturas para el desarrollo de la motricidad fina y gruesa.  
  • Materiales o actividades que se puedan realizar con los pies o la boca, en vez de las manos.  
  • Ser flexible durante la actividad y atender las necesidades de cada menor.  
  • Alternar las actividades con descanso.  

Juegos que conectan: ocio deportivo.  

El deporte beneficia en gran parte a los menores con discapacidad física y/u orgánica tanto físicamente, como en su autonomía, en la mejoría de su salud mental y en la integración social.  

E incluso, la OMS recalca que la salud y el deporte están muy relacionados, y se han observado resultados asombrosos en su estado de salud en menores y jóvenes con discapacidad.   

Por ello, planteamos una serie de juegos deportivos que se pueden adaptar para que nuestros menores también formen partes de ellos:  

  • Tenis de mesa: la diferencia existente entre el tenis de mesa tradicional es que en este caso introducimos la pelota en un espacio existente en la red, en dónde aparecen dos cintas con un hueco intermedio y dónde la pelota debe ir siempre sobre la superficie de la mesa.  El juego consiste en ser capaz de devolver la pelota, pierde aquel que no lo consiga. En el caso, de personas con discapacidad visual se utilizará una paleta rectangular con doble mango.  
  • Carreras de relevos:  se realiza como un circuito ordinario, pero con una serie de ayudas técnicas como prótesis ligeras de alta tecnología, sillas de ruedas ligeras para los desplazamientos y sillas de ruedas fijas para los lanzamientos.  En las carreras especialmente en la de 4×100, la zona de cambios aparece a los 20m, y la pre-zona de preparación a los 10m.  No suele haber testigo como transmisión del relevo, sino que se sustituye por el contacto físico y en dónde puede acompañarle también durante el ejercicio el guía.  
  • Fútbol 5:  las diferencias con el fútbol sin adaptaciones son claras, el 2º punto de penalti está a 8 metros en vez de a 10m de la portería, las líneas laterales y el fondo son sustituidos por vallas que impiden al balón salir, el campo se divide en tres partes (el tercio defensivo, el tercio medio y el tercio ofensivo), en el caso de jugadores con discapacidad visual el portero tiene que ser el único obligatoriamente vidente (se están estudiando modificaciones).  
  • Baloncesto:  en el caso del baloncesto, aunque se hiciera con silla de ruedas, las dimensiones del campo y la altura en la que se sitúa la canasta son las mismas que si se realizará a pie.

Sin embargo, las sillas de ruedas deben de tener un máximo de cuatro ruedas pequeñas y otras dos ruedas en diagonal, para alcanzar mayor velocidad.  

El cojín de la silla debe ser flexible y cómodo que le permita el movimiento y por lo general no podrá sobrepasar los 10 cm de altura.  

En cuanto, al sistema de puntuación va en función de la clasificación funcional que haya recibido en función de su lesión, desde 1 punto a 4,5.  

A la hora de realizar estos ejercicios deportivos, se podrán tener en cuenta los siguientes ‘’tips’’:  

  • Eliminar obstáculos o adaptar ciertas superficies.  
  • Garantizar accesos para las sillas de ruedas.  
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FAMMA