- Durante el desayuno informativo ‘Viviendas más eficientes y sostenibles’ elaborado por Deloitte, se ha explicado el peso del consumo residencial en España y destaca la bomba de calor como una alternativa eficiente para reducir emisiones y la factura energética de los hogares.
- El documento advierte de que la transformación del parque de viviendas solo será viable si se acompaña de una actualización y refuerzo de las redes eléctricas, esenciales para integrar el incremento de demanda y el crecimiento de la generación renovable distribuida.
- La bomba de calor es actualmente una alternativa sostenible y eficiente para la climatización residencial, con un rendimiento hasta cuatro veces superior y con emisiones un 86% inferiores a otras alternativas.
Madrid, 1 de diciembre de 2025 – La descarbonización del parque de viviendas requiere triplicar su ritmo de reducción de emisiones, pasando de un -2% anual (2019-2022) a un objetivo del -6/-7% anual para cumplir los objetivos del PNIEC 2023-2030. Esta es una de las principales conclusiones del desayuno informativo ‘Viviendas más eficientes y sostenibles’ que hemos presentado junto a Deloitte este lunes en la sede de la firma en Madrid.
El análisis identifica que el sector residencial en España supone el 18% del consumo de energía final y el 8% de las emisiones netas de gases de efecto invernadero, con un 37% del consumo aún dependiente de combustibles fósiles.
El documento alerta de que la climatización -calefacción, refrigeración y agua caliente- concentra alrededor del 50% del consumo energético de los hogares, y que más de un tercio de las viviendas españolas siguen utilizando calderas de gas. Además, la enorme heterogeneidad del parque -por antigüedad, tamaño, tipología y clima- exige soluciones diferenciadas para avanzar hacia la eficiencia.
El informe destaca que la bomba de calor es actualmente una alternativa sostenible y eficiente para la climatización residencial, con un rendimiento hasta cuatro veces superior y emisiones un 86% inferiores a otras alternativas. Pese a ello, solo está presente en el 22% de los hogares españoles, frente a cuotas del 45-70% en países del norte de Europa.
Su desarrollo se ha acelerado en Europa durante la última década, superando los 17 millones de unidades vendidas, pese a la reciente desaceleración del mercado. En España, la caída en 2024 ha sido más moderada (-5,5%), con un crecimiento significativo en 2023.
Además, Deloitte subraya que la bomba de calor puede suponer una inversión más rentable que las rehabilitaciones integrales destinadas a reducir el consumo energético, especialmente en climas templados. El documento incluye casos de éxito con ahorros de entre el 50% y el 90% en la factura energética en viviendas unifamiliares y comunidades de propietarios.
En este contexto, nuestra directora de Regulación, Marta Castro, ha subrayado que “la vivienda es uno de los grandes retos pendientes de la transición energética. Para avanzar en eficiencia, electrificación y reducción de emisiones necesitamos un marco regulatorio coherente, que haga la electricidad más competitiva y permita a los hogares adoptar soluciones rentables y sostenibles. La transición será más rápida y justa si se garantiza una fiscalidad adecuada, se simplifican las ayudas y se refuerzan las redes eléctricas”.
Por su parte, el socio de Energía de Monitor Deloitte, Laureano Álvarez, ha destacado que “la bomba de calor, así como otras tecnologías, es clave para la descarbonización del parque residencial. Su despliegue requiere un entorno regulatorio que incentive la electrificación, mantenga los programas de apoyo y asegure redes capaces de absorber la nueva demanda. España tiene una oportunidad clara para acelerar esta transformación y situarse al nivel de los países europeos de referencia”.
Las redes eléctricas, esenciales para la electrificación de los hogares
Se ha advertido, además, de que la transformación del parque de viviendas solo será viable si se acompaña de una actualización y refuerzo de las redes eléctricas, esenciales para integrar el incremento de demanda y el crecimiento de la generación renovable distribuida.
Para ello resulta imprescindible una planificación más flexible y anticipada, la agilización de permisos y accesos a la red, la definición de retribuciones que permitan atraer la inversión necesaria y un marco regulatorio estable que reduzca la incertidumbre y facilite la financiación.
Sin estas condiciones, el despliegue de tecnologías eficientes y la electrificación de los hogares podría verse ralentizado, comprometiendo los objetivos climáticos y el desarrollo de nueva actividad industrial vinculada a la transición energética.
Una mayor carga regulatoria e impositiva aumenta el precio de la electricidad
El documento destaca que, a día de hoy, la electricidad es 2,5 veces más cara que el gas para los hogares españoles, debido a una mayor carga regulatoria e impositiva. Esta diferencia y la inversión inicial dificulta la adopción de tecnologías eléctricas más eficientes como la bomba de calor.
Para revertir esta situación y acelerar la descarbonización del parque de viviendas, el documento plantea varias recomendaciones estratégicas. En primer lugar, considera imprescindible reducir la carga fiscal de la electricidad para alinearla con los objetivos climáticos, así como mantener y ampliar los incentivos a la electrificación y la rehabilitación energética, que han movilizado más de 4.000 millones de euros entre 2021 y 2024.
También subraya la necesidad desarrollar programas y regulaciones coherentes con la transición, incluidos los criterios de cambio de sistemas de climatización. Asimismo, propone impulsar campañas de sensibilización para aumentar el conocimiento ciudadano sobre tecnologías eficientes.