Prácticamente todos los informes que cada año publican numerosas entidades y organizaciones de todo el mundo señalan la desinformación como uno de los principales riesgos a corto plazo a todos los niveles: para las empresas, para los gobiernos, para las entidades educativas, para la sociedad en general… No es el primer año que la desinformación aparece en los rankings de riesgos, pero ahora ya está en la cabeza. Como en el caso del informe anual del World Economic Forum.
A diferencia de la información errónea, que en principio carece de voluntariedad, la desinformación está fabricada deliberadamente con la voluntad de impactar negativamente en la reputación y en la economía de la víctima. Las nuevas herramientas tecnológicas que ha propiciado la inteligencia artificial, combinadas con las redes sociales y los algoritmos, hacen más fácil y rápido que nunca impulsar campañas de desinformación y luchar contra esto no es un trabajo fácil.
En los últimos meses hemos hablado a menudo en nuestro blog de desinformación, como en este artículo de Aurora Masip y este otro de Manel Gastó, que nos recordaba que esta práctica no es nueva, pero que ahora se ha acelerado y perfeccionado y a menudo cuesta distinguir qué es verdad de lo que no lo es. Es una tendencia que en Síntesi nos preocupa y, por eso, estamos trabajando en un protocolo formativo para ayudar a las empresas e instituciones y darles herramientas para tratar de minimizarla.
A nuestro juicio, es necesario identificar riesgos, actores y canales asociados a la desinformación y preparar contenidos y círculos de confianza (también con los medios de comunicación) para cuando sean necesarios (que será más temprano que tarde). Además, es necesario monitorizar de manera permanente las redes y plataformas y evaluar los riesgos cuando ocurra cualquier cosa. Todo esto se consigue con una buena formación de los equipos de comunicación.
Si os preocupa la desinformación y cómo puede afectar a vuestra organización, en Síntesi podemos ayudaros a estar preparados, con una formación a medida que os permitirá disponer de los instrumentos necesarios para hacerle frente. Porque, hoy, nadie está libre de esa amenaza.