Salud oral y calidad del sueño: cómo la boca influye en el descanso nocturno - Laboratorios KIN

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La salud oral y la calidad del sueño están estrechamente relacionadas. El bruxismo nocturno, los trastornos temporomandibulares y la apnea obstructiva del sueño afectan al descanso y a la salud general de los pacientes, causando desde somnolencia y falta de atención a problemas cardiovasculares. Por ello, el diagnóstico temprano, la prevención y los tratamientos integrales son esenciales para proteger la salud bucodental y la calidad de vida.

El vínculo entre salud oral y calidad del sueño

Aunque el sueño suele estudiarse desde la perspectiva neurológica o respiratoria, la salud oral también ha demostrado jugar un papel clave que se manifiesta a través de tres condiciones: bruxismo del sueño, trastornos temporomandibulares y apnea obstructiva del sueño. De hecho, estudios recientes muestran que estas condiciones a menudo están conectadas entre sí y que pueden derivar en efectos secundarios como la xerostomía.

1. Bruxismo de sueño

El bruxismo de sueño (BS) se caracteriza por contracciones involuntarias de la musculatura masticatoria y puede estar relacionado con cambios en neurotransmisores como dopamina y serotonina, que controlan el movimiento y la regulación del sueño. 

Su aparición depende de la posición al dormir, el nivel de oxígeno en sangre y ciertas fases del sueño. La edad, el dolor corporal generalizado y patologías como la diabetes pueden aumentar su frecuencia e intensidad. Es común en adultos de 45 a 59 años y predomina en mujeres con altos niveles de estrés.

El bruxismo nocturno tiene implicaciones en la calidad del sueño, provoca microdespertares, fragmentación del sueño y fatiga al despertar. Aunque normalmente no es peligroso, puede derivar en lesiones dentales, dolor de cabeza, oído o mandibular y disfunción de la articulación temporomandibular. Es frecuente en personas con apnea obstructiva del sueño (AOS) leve o moderada.

2. Trastornos temporomandibulares

Los trastornos temporomandibulares (TTM) son problemas en la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo. No siempre tienen que ir acompañados de dolor, a veces los primeros síntomas son rigidez, tensión o cansancio en los músculos de la mandíbula. 

Las personas con esta condición suelen tener más probabilidad de presentar bruxismo de sueño, y los episodios de contracción muscular tienden a ser más largos e intensos.

3. Apnea obstructiva del sueño

La apnea obstructiva del sueño (AOS) tiene lugar cuando las vías respiratorias se bloquean repetidamente mientras se duerme. La posición al dormir también influye: dormir boca arriba, en postura supina, puede aumentar la frecuencia de bruxismo en personas con AOS y afectar los niveles de oxígeno en la sangre durante la noche.

La combinación de ambos factores puede contribuir a la pérdida de altura entre los maxilares, afectar la mordida y hacer que la lengua se coloque hacia atrás en reposo, predisponiendo la obstrucción de las vías respiratorias. 

Los ronquidos son un síntoma habitual de la apnea y, en salud oral, el desgaste dental puede indicar problemas respiratorios durante el sueño. Por ello, programar revisiones orales periódicas es importante para detectarla a tiempo.

Estrategias de diagnóstico y seguimiento

Hoy en día, es más fácil identificar problemas de sueño relacionados con la salud oral gracias a herramientas de diagnóstico avanzadas, que analizan los microdespertares, la intensidad de los síntomas y dan un diagnóstico completo que tiene en cuenta tanto la salud oral como el descanso nocturno de los pacientes.

Polisomnografía (PSG) Registra las etapas del sueño, la actividad muscular y los episodios de apnea o bruxismo.
Electromiografía (EMG) Mide la actividad de los músculos maseteros y temporales, ayuda a detectar los episodios de bruxismo.
Ultrasonido muscular (USG) Método no invasivo y económico que calcula el grosor y la actividad del músculo masetero, muy útil en niños y niñas.

Estrategias de prevención y tratamientos

Además de realizar una buena rutina de higiene bucal antes de dormir, hay varias maneras de cuidar la salud oral y mejorar la calidad del sueño, entre ellas, tenemos el uso de férulas de descarga y otros dispositivos, ejercicios específicos, cambios de hábitos diarios, terapia conductual y seguimiento regular con especialistas. Estas estrategias son más efectivas aplicándolas de manera integral, considerando la función dental, la respiración y la postura al dormir.

1. Férulas oclusales

Las férulas de descarga protegen los dientes y reducen la tensión en los músculos de la mandíbula durante los episodios de bruxismo. También ayudan a disminuir la irritación de la boca y la sequedad nocturna para dormir con comodidad y evitar el desgaste dental.

2. Tratamiento para trastornos temporomandibulares

Los ejercicios de relajación, la fisioterapia y el control del dolor ayudan a aliviar la tensión de la mandíbula. Las técnicas de modificación de conducta y el vendaje neuromuscular (kinesiotaping) en músculos maseteros y temporales también pueden ser útiles.

3. Control de la apnea obstructiva del sueño

El uso de dispositivos CPAP, cambios en la postura al dormir y la pérdida de peso pueden disminuir la apnea del sueño. Los Dispositivos de Avance Mandibular (DAM) también se usan, aunque pueden causar sequedad oral y se recomienda acompañarlos con productos que cuiden de la mucosa oral

4. Hábitos saludables

Evitar mascar chicle, morder objetos o apretar los dientes durante el día ayuda a disminuir la sobrecarga muscular. Además, mantener buenos hábitos, como horarios de sueño regulares, ejercicio, evitar cafeína, alcohol y nicotina, mejora el descanso nocturno.

5. Seguimiento regular

Acudir a revisiones periódicas con odontólogos y especialistas en sueño permite detectar a tiempo cualquier problema, así como aplicar medidas preventivas y correctivas que aseguren una correcta respiración nocturna, una mejor función oral y mejor descanso. 

Implicaciones para la salud general

La salud oral y el sueño están conectados. Tratar a tiempo condiciones como el bruxismo evita fracturas dentales, pérdida de esmalte, sensibilidad dental y dolor mandibular, pero las repercusiones van más allá de esto y de un buen descanso. Las alteraciones pueden influir en la salud del corazón, el bienestar físico y mental, y la calidad de vida en general, por lo que mantener una buena salud bucal también previene enfermedades sistémicas.

1. Salud cardiovascular

Los episodios de apnea obstructiva del sueño y la fragmentación del sueño aumentan el riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas. Además, la AOS es considerada un problema de salud pública debido a su alta prevalencia y la necesidad de atención médica especializada.

2. Bienestar físico y mental

La falta de sueño, el estrés y la ansiedad afectan a la concentración, la memoria, la creatividad y el estado de ánimo. A esto se suma la fatiga constante y el dolor muscular asociados con el bruxismo nocturno y los trastornos temporomandibulares.

3. Riesgos y calidad de vida

Los trastornos del sueño aumentan el riesgo de accidentes automovilísticos por somnolencia y reducen la capacidad de atención, lo que complica llevar a cabo ciertas actividades cotidianas o cumplir con el desempeño en el trabajo. 

https://reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/view/1366/2175

https://titula.universidadeuropea.es/bitstream/handle/20.500.12880/6251/TFG_Juan%20Manuel%20Gerrero%20Romero.pdf?sequence=1&isAllowed=y

https://difusioncientifica.info/index.php/difusioncientifica/article/view/160/274

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Manuel Muñoz Piñol