Cincuenta y pico y scout…

Baden-Powell decía que la persona adulta es un “mal necesario” para el Escultismo, ya que, aunque es un Movimiento juvenil, no podría existir sin que un grupo de adultas y adultos dirigiera las actividades, al menos hasta ciertas edades, cuando el y la scout, esculta, rover, comienza a trabajar de forma independiente.

La etapa de educando o educanda termina con la despedida rover, tras el paso por el Clan, y tradicionalmente se “rompía horquilla” y el o la rover debía elegir si dejaba el Movimiento Scout o “devolvía” lo que había aprendido, pasando a ser scouter.

Pero, ¿hasta cuándo dura la vida de un scouter en activo? Actualmente, debido a estudios, trabajo, etc muchas y muchos scouters jóvenes compatibilizan su dedicación a su grupo o asociación con los deberes fuera del Movimiento. Esta etapa suele ser decisiva para la continuidad o no en el Escultismo. Pero, ¿hasta cuándo se puede dar servicio activo? ¿Hay alguna edad determinada?

Hace años ni me planteaba esta pregunta, porque pensaba que estaría “toda la vida”. Hasta el comienzo de esta Ronda Solar, y desde 2017, he estado en activo como scouter de Manada, Tropa y Clan con diversas funciones, y diversos periodos. Es decir, 8 años continuado de servicio en mi Grupo Scout, que finalmente desapareció, el Alcazaba 901.

¿Y ahora qué?

Llegó el tiempo de la “jubilación”, o eso pensaba. En su momento pertenecí a la Asociación de Scouts y Guías Adultos de Extremadura – ASGAEX, miembro de la Amistad Internacional Scout y Guía, y volver al Escultismo Adulto, pero descarté la idea simplemente porque quería desligarme, al menos por un tiempo.

Pero el “bicho” del Escultismo sigue corriendo por mis venas… El Grupo 738 Mansaborá de Cáceres nos ofrecieron a los scouters del Alcazaba 901 estar listados en su grupo. Y fue el primer paso para solicitar la entrada en la Sección de Apoyo Vespa, así como colaborar con el Grupo Scout 690 Marwan de Badajoz también en la unidad de apoyo.

Después de 8 años haciendo análisis de la realidad, marcando objetivos, preparando actividades, ejecutándolas, evaluando, etc. junto al resto del Kraal Sawubona, ahora me siento raro al comenzar la Ronda Solar y no estar “al pie del cañón”.

La clave está en ‘querer’

Son 51 años los que cumplí este 2025… en el Movimiento desde 1987, como scouter desde 1996, aunque de forma intermitente… ¿Qué es lo que puedo ofrecer si se supone que supero la media de edad de la federación con creces? Sobre todo, ganas de querer hacer cosas. La palabra mágica en la vida es “querer” (en los 60 había un Clan Rover en Madrid que su revista interna se llamaba QUERER) y creo que es fundamental para poder seguir.

Quiero seguir estando presente, quiero estar para dar apoyo en cocina, intendencia, en una sección cuando sea necesario, pasar noches a la luz de la luna observando las estrellas mientras escucho cantar canciones scouts con o sin desafine, emocionarme en la ceremonia de paso de rama o de promesa, ayudar en ese amarre o nudo que se resiste, animar en esa ruta a quien se queda rezagado, … seguir viviendo el espíritu del Movimiento Scout.

Como dijo Lord Kitchener, defensor de Mafeking junto a Baden-Powel, una vez scout, siempre scout, y no importa la edad que se pueda tener en el carné de identidad.