¿Faltan plazas o falta información? La ciudad canadiense de Burlington demuestra cómo los datos reales y la tecnología pueden evitar inversiones innecesarias y transformar la movilidad urbana.
El problema: percepción de escasez y presión ciudadana
Ubicada en Ontario y con más de 200.000 habitantes, Burlington enfrentaba un desafío común en muchas ciudades: la percepción generalizada de que no había suficientes plazas de aparcamiento, especialmente durante eventos en el centro.
Ante la presión vecinal, la solución inmediata parecía clara: construir nuevos aparcamientos. Sin embargo, esta decisión implicaba una gran inversión sin datos que la justificaran. Además, las condiciones climáticas extremas del invierno canadiense añadían complejidad a cualquier implementación tecnológica.
Una nueva estrategia: medir antes de construir
Frente a este escenario, el Ayuntamiento optó por una solución innovadora: implementar un sistema de smart parking para ciudades diseñado para conocer el uso real del espacio urbano antes de realizar cualquier inversión en infraestructura.
Con el apoyo de Electromega y la tecnología de Urbiotica, Burlington desplegó una red de sensores y herramientas de analítica que cambiarían por completo la gestión del aparcamiento.
Solución tecnológica: sensores, datos y señalización en tiempo real
El proyecto se compuso de tres pilares tecnológicos clave:
- 1.337 sensores U-Spot. Dispositivos magnéticos instalados en la superficie, capaces de detectar llegada, presencia y salida de vehículos. Su resistencia al clima extremo los hace ideales para operar durante todo el año.
- 26 paneles de señalización dinámica. Informan a los conductores sobre la disponibilidad de plazas en tiempo real, reduciendo la congestión y dirigiendo el tráfico hacia zonas menos saturadas.
- Plataforma U-Admin integrada con el sistema BI. Una solución avanzada que permite al Ayuntamiento analizar datos de ocupación, rotación y patrones de uso, facilitando decisiones fundamentadas.
Resultados clave: no hacían falta más plazas, solo mejor gestión
El análisis de los datos generó descubrimientos reveladores:
- Existían zonas infrautilizadas que la percepción pública ignoraba.
- La saturación era puntual, localizada en horarios específicos.
- La raíz del problema era de gestión, no de infraestructura.
Gracias a esta información, Burlington adoptó medidas estratégicas:
- Redirigir a los conductores hacia zonas con baja ocupación.
- Ajustar tarifas según la demanda, como aplicar pago en sábado solo donde era necesario.
- Visibilizar espacios gratuitos que antes pasaban desapercibidos.
Resultado principal: La ciudad evitó construir nuevos aparcamientos, ahorrando millones en inversión pública innecesaria.
Impacto positivo en la movilidad urbana
La implementación del sistema de smart parking trajo beneficios directos y medibles:
- Reducción del tráfico de búsqueda de aparcamiento, una fuente relevante de emisiones.
- Disminución de la congestión en zonas críticas del centro urbano.
- Aumento de la rotación vehicular, beneficiando al comercio local.
- Mejora en la experiencia del conductor, con información en tiempo real y menor tiempo de búsqueda.
Stephen Camm, Supervisor de Operaciones de Aparcamiento Municipal, lo resume así:
“La información que recibimos de los sensores es fantástica y se integra perfectamente con nuestro sistema de BI.”
Hacia una movilidad más inteligente: el plan maestro de curbside management
Con los datos como base, Burlington trabaja ahora en un plan maestro de gestión de aparcamiento que busca:
- Anticipar futuras necesidades urbanas.
- Evaluar si en algún momento será necesaria nueva infraestructura.
- Optimizar la logística de carga y descarga para reducir tiempos de espera y mejorar la circulación.
Este enfoque convierte a Burlington en un referente internacional en movilidad urbana sostenible, apostando por decisiones inteligentes basadas en datos en lugar de intuiciones o presiones.