El esmalte dental es el tejido que aporta la dureza de los dientes. Se trata de una fina capa que recubre cada una de las piezas dentales, proporcionando protección frente a todo tipo de agresiones externas.
Con el paso del tiempo, el esmalte de los dientes puede desgastarse. Al igual que otros tejidos, ofrece cierto grado de reparación. Aunque llegado a cierto punto crítico, hay ocasiones en las que no podemos reparar el tejido dañado en los dientes y estos pierden su protección natural.
¿Por qué es tan importante el cuidado del esmalte dental? ¿Cómo podemos mantener la dureza de los dientes para que estos se mantengan saludables durante el máximo tiempo posible? Te brindamos los mejores consejos para que puedas ponerlos en práctica cuidando tu salud bucodental a diario.
¿Qué es la dureza del esmalte dental?
La dureza del esmalte dental hace posible que los dientes cumplan con sus funciones que son principalmente mecánicas. Algunas de ellas son cortar, triturar y masticar la comida, participando en el proceso de digestión.
En la dieta podemos encontrar todo tipo de alimentos, desde los más blandos y suaves, hasta aquellos más duros que ofrecen gran resistencia durante la masticación. Por su función, los dientes corren el riesgo de sufrir roturas o abrasiones que poco a poco van dañando su estructura.
La dureza de los dientes les hace resistentes frente a la acción de las bacterias que se encuentran en la cavidad oral. Estas bacterias se alimentan de los restos de alimentos que quedan en la boca, liberando ácidos que poco a poco desgastan y atacan el esmalte dental.
Un esmalte fuerte, grueso y sin ningún tipo de daño es la mejor protección que tienen nuestros dientes frente a la caries dental. Si no lo cuidamos, las bacterias podrían acceder al interior de los dientes, a la dentina y la pulpa, provocando una infección que puede acabar en la pérdida del diente.
¿Qué sustancias ayudan a endurecer los dientes?
El esmalte dental es un tejido translúcido que carece de terminaciones nerviosas. Es decir, no tiene color, ni tampoco presenta sensibilidad ante los factores externos.
Justo por debajo de la capa de esmalte está la dentina, quien le da el color blanco del diente. Repleta de pequeños túbulos, conecta directamente con la pulpa dental, un tejido blando que contiene terminaciones nerviosas y tejidos capilares.
Para que el esmalte sirva como coraza protectora de los delicados tejidos internos de los dientes, está compuesto por minerales de alta dureza. Uno de ellos es la hidroxiapatita, el tejido más duro del cuerpo humano, por encima del tejido de los huesos.
La hidroxiapatita está compuesta, a su vez, por minerales de calcio y fosfatos en una proporción muy concreta. De manera general, la capa de esmalte tiene entre 2 y 3 mm de espesor, aunque con el tiempo se puede ir perdiendo espesor por la abrasión, o incluso sufrir roturas.
¿Por qué hay que cuidar el esmalte dental?
La principal función del esmalte dental es la de proporcionar protección. Este tejido de gran dureza actúa como barrera protectora ante agentes externos que puedan provocar problemas en los dientes.
Cuando el esmalte de los dientes se desgasta, se pierde o adelgaza su espesor, podría ocasionar afecciones bucodentales como la sensibilidad dental, la caries o incluso la rotura y pérdida completa de piezas dentales.
De hecho, uno de los principales problemas que afecta cada vez a más personas jóvenes es el aumento de la sensibilidad dental. Si bien existen productos dentales específicos para tratarla, la mejor solución es siempre la prevención.
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Consejos para mantener y aumentar la dureza de los dientes
¿Cómo es posible mantener la dureza de los dientes a diario? Existen algunas recomendaciones muy fáciles de poner en práctica para ofrecer la máxima protección del esmalte dental:
Higiene bucodental
La primera y la más importante es asegurar una higiene bucodental completa a diario. A través del cepillado de los dientes después de cada comida, así como del uso de productos específicos y accesorios para el cuidado del esmalte, evitamos la acción de las bacterias bucodentales formadoras de biofilm dental y la aparición de caries.
Uso de cepillo dental de cerdas suaves
Del mismo modo y con el fin de evitar la abrasión del esmalte dental, hay que elegir un cepillo de dientes de cerdas blandas o de dureza media. Consulta con tu dentista cuál es la mejor técnica de cepillado para la eliminación de todos los restos de alimentos sin dañar tus dientes ni encías.
Uso de dentífricos y colutorios con flúor
El flúor es un mineral que actúa desde fuera aumentando la dureza del esmalte. También remineraliza el esmalte que se va perdiendo de manera natural y actúa contra el desarrollo de las bacterias. No lo dudes, utiliza pasta de dientes y colutorios que contengan la cantidad adecuada de flúor.
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Dieta sana y equilibrada
Mientras que hay minerales que actúan desde fuera mejorando la capacidad de dureza de los dientes, a través de la dieta podemos aportar otros nutrientes que cumplen una función similar desde dentro. Asegúrate de mantener una dieta sana y rica en todo tipo de nutrientes necesarios para tus dientes.
Evitar malos hábitos
Mantén los malos hábitos a raya, como podría ser el consumo de alcohol y tabaco. A esto hay que sumarle los alimentos ricos en azúcares, alimentos ácidos y bebidas carbonatadas que afectan de manera negativa la integridad del esmalte.
Además del cepillado dental agresivo, la dureza de los dientes se ve afectada por actuaciones poco recomendables como morder objetos duros, sufrir de constantes impactos sobre las piezas dentales, el desgaste progresivo por bruxismo o rechinado de los dientes.
Revisiones dentales
No te olvides de acudir a tus revisiones periódicas con el dentista. Un diagnóstico precoz ayuda a detectar pequeños daños en los dientes que con el tiempo se pueden intensificar. Sigue las recomendaciones del odontólogo para mantener la dureza de los dientes de forma natural, cuidándolos para que el esmalte pueda proteger a tus dientes.