Navarra es (todavía) la Comunidad con mayor calidad de vida de España”. Esta es la contrarréplica gubernamental a cualquier crítica que se le haga. Pero creo que podemos asegurar, sin equivocarnos, que esta afirmación se cimenta en la época de la gran transformación de Navarra, basada durante años en el acuerdo entre los partidos que definían la centralidad política de nuestra Comunidad foral. Ahora, gracias al popurrí político del gobierno foral y su alianza opaca con los reaccionarios, es cuando pintan bastos, que se pueden llevar por delante todo lo conseguido. Otro ejemplo es la finalización del Canal de Navarra y toda la zona regable de la margen derecha del Ebro.
Enero de 2000, firma del Convenio para la Construcción del Canal de Navarra. Han pasado 25 años. Hace un cuarto de siglo los firmantes fueron por parte del Estado la ministra de Medio Ambiente Isabel Tocino (PP) y por el Gobierno de Navarra Miguel Sanz (UPN). Alguien podría pensar que esa firma era lógica pues ambos eran dos partidos de derechas coaligados. Nada más lejos de la realidad. El Convenio del Canal y su ejecución sólo salió adelante por la firme exigencia del Gobierno de Navarra frente al Estado.
Fruto de ello, la sociedad estatal Canal de Navarra S.A. CANASA fue aprobada por el Consejo de Ministros de 30 de diciembre de 1999 y se constituyó en enero de 2000. La construcción del Canal de Navarra comenzó en Aoiz en el año 2001. Y, oh milagro, tan solo 10 años después, en marzo de 2011, ya se habían construido los 100 kilómetros de la 1ª Fase de Canal de Navarra hasta Pitillas. La ministra que celebró en nombre del Estado la conclusión de esta 1ª Fase del Canal fue Rosa Aguilar, veterana militante comunista y en ese momento miembro del gabinete de Rodríguez Zapatero. Por Navarra, Miguel Sanz. CANASA tuvo en esos 10 años presidentes nombrados por el PP y por el PSOE que, en todo caso, respaldaron la velocísima construcción del Canal de Navarra. Simultáneamente, el Gobierno de Navarra transformó en su totalidad las 22.300 hectáreas de regadío de la 1ª fase de la Zona Regable mediante peaje-sombra. Además, desde 2004, se abasteció de agua a la Comarca de Pamplona desde Tiebas.
Alguien podrá decir que el mundo para el Canal de Navarra y su zona regable se acabó en 2011. Pero no es cierto. Gracias al gran conocimiento del potencial regable en Navarra, a la gestión de los primeros años de la 1ª Zona Regable, junto con la capacidad técnica de Riegos de Navarra-INTIA se pudo diseñar una ampliación de la 1ª Fase con otros 20 kilómetros de Canal y 15.200 nuevas hectáreas en Tierra Estella, que nunca había soñado con tener agua de regadío. Con ello se constató que en el embalse de Itoiz, frente a lo voceado por los reaccionarios, no solo hay agua para lo previsto inicialmente sino para un Zona Regable ampliada. Todo el proceso político y técnico para poner en marcha esta ampliación concluyó en 2014. Durante estos últimos 10 años, las obras de ampliación de la 1ª Fase se han ido ejecutando a trancas y barrancas, estando todavía pendiente de conclusión.
Por lo visto en estos 10 años tampoco ha habido tiempo para seguir con el Canal hacia el sur, cruzar el Ebro y transformar el regadío de la margen derecha; amén de garantizar el abastecimiento de agua a Tudela y la Ribera con agua del Pirineo navarro. Entre todas las amenazas, sigue siendo un misterio cómo se va a financiar por el Gobierno de Navarra la transformación de las 22.000 has de regadío pendientes. Hay que tener muy claro que si el Gobierno de Navarra no hubiese recurrido al sistema de concesión de obras públicas y al peaje-sombra para desarrollar la 1ª Fase de la Zona Regable y su ampliación (37.500 hectáreas en total) nunca se habrían acometido en plazo con los recursos ordinarios del presupuesto de Navarra y con la deuda limitada, como también pasa ahora. Si el Gobierno de Navarra no diseña un sistema ambicioso de financiación para la 2ª Fase de la Zona Regable, puede llevarle 15 años y plantarnos en 2040.
La historia explicada tan solo trae lecciones. La primera que es obligación del Gobierno de Navarra defender a Navarra y su desarrollo frente al Estado, gobierne quien gobierne, y conseguir que el Estado ejecute los proyectos de su competencia. La segunda, que si gobiernos de centroderecha en Navarra de UPN pactaron con gobiernos de derechas y con gobiernos socialistas en Madrid, cuánto más fácil sería ahora para el TAV, las Autovías y el Canal los acuerdos y su impulso definitivo, cuando gobiernan los socialistas en ambos. La tercera, que el Gobierno de Navarra debe comunicar cómo va a financiar y en qué plazo va a desarrollar toda la Zonza Regable de la margen derecha del Ebro. Y la cuarta y última, que cuando hubo entendimiento en la centralidad política en Navarra, teniendo enfrente a los partidos más reaccionarios, se llevaron a cabo los mejores proyectos y avances para nuestra sociedad. Creo que no es la situación actual.
Álvaro Miranda Simavilla. Vocal del Consejo de Administración de CANASA (2000-2012)