“Navarra debe estudiar por qué se van empresas y tomar medidas”. Íñigo Fernández de Mesa, vicepresidente de CEOE | Institución Futuro

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“Navarra debe estudiar por qué se van empresas y tomar medidas”

Entre apagones, amenazas arancelarias y debates fiscales, la economía avanza a golpe de sobresaltos. Pero existen retos de fondo, Navarra lo sabe bien, como apostar por una industria competitiva y de alto valor tecnológico. Íñigo Fernández de Mesa Vicepresidente de CEOE

Íñigo Fernández de Mesa (Madrid, 1967), vicepresidente de CEOE y presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), acudió ayer a la sede los empresarios navarros (CEN) para disertar sobre la situación económica en España y Europa, así como de las perspectivas de futuro. Antes, concedió esta entrevista a Diario de Navarra en la que también reflexionó sobre temas locales.

¿Es posible hablar de perspectivas económicas con Donald Trump en la Casa Blanca?

Es complicado hacer una evaluación porque no se sabe qué va a pasar, pero, en principio, si el nivel de aranceles es razonable y no se llega a un escenario extremo, tendría un impacto limitado en Europa, unas tres décimas del PIB. España es uno de los países menos expuestos a Estados Unidos; tanto las exportaciones como las importaciones de Estados Unidos representan un 4% frente al 20% o al 50% de Alemania o Irlanda, que son mucho más expuestos. Aunque hay sectores que podrían verse muy influidos si al final las tarifas aumentan como amenaza Trump.

Inestabilidad política, falta de Presupuestos… ¿Cómo explica que España lidere el crecimiento económico en Europa?

Los países de Europa que hicieron reformas en el año 2012, España, Grecia, Portugal, Chipre, son los que más están creciendo a lo largo de estos años, a pesar de que ha habido reformas que han ido en la dirección contraria, como el aumento de la presión fiscal. España sigue creciendo con una enorme inercia y tampoco nunca ha estado tan apoyada por Europa, con muchísimo dinero que creemos que no se está utilizando de la forma más eficiente y más provechosa. Dicho esto, también es una anomalía que en España tengamos un presupuesto de la anterior legislatura. Es una situación inédita en una democracia y en un país europeo. Todavía no están aprobados ninguno, ni hay visos de que se presenten siquiera a las Cortes. La inercia es fuerte, pero estas cosas acaban lastrando el crecimiento.

Pero no lo hará en 2025…

En el Instituto de Estudios Económicos seguimos creyendo que la economía española va a crecer a un ritmo cercano al 2,7 o 2,8%, pero no tanto como el año pasado, que lo hizo al 3,3%. Las principales causas del crecimiento económico son un aumento muy sustantivo de la población, más de 1.700.000 personas, que han generado una mayor renta en España, pero no una renta per cápita más alta. También ha habido 95.000 millones más de recaudación respecto a antes de la Covid por el crecimiento económico. Y, sin embargo, pese a tener 95.000 millones más de recaudación, hemos tenido un aumento de la presión fiscal muy importante.

¿Cómo repercute a la empresa?

En el Instituto hacemos un análisis de la competitividad fiscal de las empresas españolas y concluimos que fiscalmente es un país muy poco competitivo. Las empresas pagan mucho más impuestos que sus equivalentes europeas y esto puede tener un impacto en el crecimiento económico. Hoy, hablando de la competitividad fiscal de España, estamos en el puesto número 34 de 38 países europeos, es decir, en la cola.

“Navarra es junto a País Vasco y Madrid una de las regiones europeas mejor situadas en competitividad fiscal”

¿Sabe que los empresarios navarros por lo que suspiran hoy es por una presión fiscal similar a la de otras regiones del país?

Navarra, junto al País Vasco y Madrid, es una de las comunidades que están mejor situadas en comparación con Europa en competitividad fiscal y eso se traduce en un PIB per cápita superior a la media europea. Es cierto que Navarra en los últimos años está perdiendo competitividad y se va viendo menos dinamismo. Y si se sigue teniendo esa tendencia, acabará repercutiendo negativamente en el crecimiento económico, en la productividad por persona y en el PIB per cápita.

Frente a quienes critican que Navarra tiene el tipo impositivo más alto del país en Sociedades, el Gobierno foral alega que esto se compensa, por ejemplo, con mejores deducciones e incentivos. ¿En qué se fija realmente una empresa para implantarse en una región u otra?

Hacen una valoración global, lo que pasa es que, lógicamente, cuanto más simple sea el procedimiento, más fácil es tomar una decisión. Nosotros siempre abogamos por que sean procedimientos muy sencillos, que no sea muy complicado el cálculo de qué es lo que se tiene que pagar.

¿Los empresarios de la CEN le trasladan preocupación por la situación industrial navarra, con un entorno mundial cada vez más competitivo y con el anuncio de cierre de plantas como BSH?

El cierre de empresas es una mala noticia que debe llevar a hacer un diagnóstico de por qué se van y a tomar medidas para evitar que otras empresas puedan tomar esa decisión. Sí, el mundo está cada vez más abierto y es más competitivo. Muchos países de Asia tienen su mentalidad puesta en cómo mejorar su competitividad, cómo pasar de ser un país que produce bienes de escaso valor añadido a ser un país que produzca bienes de alta tecnología. Aquí en España, lejos de tener una visión a medio plazo de cómo ser más productivos y de estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías, el gran debate está en cómo aumentamos impuestos a los ricos, en cómo reducir la jornada de trabajo y cómo hacérselo más complicado a las empresas para que puedan competir.

¿Acaso no es compatible la jornada semanal de 37,5 horas con una economía productiva y competitiva?

Todo se puede conjugar, lo único que, y en esto creo que siempre lo hemos dicho, tiene que ser fruto del diálogo social. Es decir, no es café para todos, en el sentido de que siempre es distinto una empresa de tres trabajadores y una empresa de trescientos trabajadores. Es distinto un sector tecnológico y un sector más tradicional. Y al final, para eso existen los convenios colectivos y para eso existe el diálogo social entre empresarios y trabajadores, que en España lleva funcionando muchas décadas y donde se llegan acuerdos. Y al final, cuando uno adapta los acuerdos a la situación particular de sectores de empresas y de zonas, pues es mucho más efectivo que tratar de, por un motivo político, regularlo de forma centralizada.

Navarra es una de las regiones con mayor peso de la industria en su economía. ¿Qué le recomienda para que siga siendo así?

Se tiene que adaptar a las nuevas circunstancias. Tiene que invertir más en I+D+i, mantener un sistema de costes eficiente que le permita seguir manteniendo las altas cuotas de exportación. Y básicamente tiene que haber una adecuada infraestructura pública que permita que la empresa sea competitiva. Hay que seguir apostando por la formación de las personas, por una reducción de la fiscalidad de las empresas y una ejecución del gasto público mucho más eficiente.

Recapiti
Isabel Larrión