El reto de competir en un entorno cada vez más exigente: visión desde la farmacia
La farmacia ha dado grandes pasos en los últimos años: ha mejorado su gestión, ha diversificado servicios y ha aumentado su conocimiento del cliente. Pero el entorno no deja de endurecerse. Según los datos del Barómetro 2025, las expectativas de las farmacias para este año no son especialmente optimistas, a pesar de que la facturación mejoró en 2024. La principal preocupación está clara: la rentabilidad se va a resentir.
El contexto obliga a replantear estrategias. Porque si bien el canal farmacia tiene fortalezas claras, también tiene frentes abiertos: digitalización insuficiente, competencia creciente desde otros canales, e-commerce al alza y estructuras comerciales en transformación.
Preocupaciones de fondo: rentabilidad, competencia y autonomía
Aunque las previsiones de facturación son positivas, muchas farmacias prevén una caída en rentabilidad. La presión competitiva de la parafarmacia y el e-commerce es cada vez mayor, especialmente en categorías como dermocosmética, alimentación infantil o nutrición dietética.
El comercio online sigue avanzando. Sin embargo, solo el 25 % de las farmacias vende online actualmente, y lo hace mayoritariamente desde su propia web o a través de plataformas de su cooperativa.
A esto se suma un temor creciente entre los titulares: perder autonomía al integrarse en grupos de farmacias. Solo el 35 % considera que pertenecer a un grupo resulta rentable. La defensa de la identidad propia sigue siendo un pilar estratégico.
Las claves para competir: consejo, marcas exclusivas y tecnología
La farmacia percibe que las claves para mantenerse competitiva pasan por:
Potenciar el consejo farmacéutico como valor diferencial.
Apostar por marcas exclusivas y diferenciadoras.
Reforzar la especialización por categorías y servicios.
Mejorar la gestión omnicanal con el cliente.
Y avanzar en la incorporación de tecnología en los procesos.
La modernización del canal ya no es una opción, es una necesidad.
Digitalización e inteligencia artificial: oportunidad aún pendiente
Uno de los datos más relevantes es la distancia entre la visión y la práctica digital:
El 84 % cree que la digitalización será clave para competir en cinco años.
Pero solo una de cada cuatro farmacias se siente por delante de su entorno en este ámbito.
Y solo un 14 % utiliza ya herramientas de inteligencia artificial en su día a día.
La IA se percibe como una tecnología con potencial, especialmente en áreas como la gestión de stock o la predicción de la demanda, pero el 79 % de los farmacéuticos se siente poco o nada preparado para adoptarla.
¿Y el papel de las organizaciones del sector?
Los resultados del Barómetro también señalan oportunidades claras de mejora en los Colegios Oficiales y asociaciones empresariales. Se perciben como estructuras necesarias, pero con un valor actual limitado. El Consejo General y los COF obtienen una puntuación media de 6. Sus principales retos están en:
Aportar más valor en la actualización normativa y profesional.
Reforzar su papel ante la transformación del canal.
Y mejorar la defensa activa de los intereses del sector.
Nuevas exigencias, nuevas oportunidades
El mensaje es claro: el entorno es cada vez más complejo, pero también más abierto al cambio. Las farmacias están profesionalizando su gestión y buscan fórmulas para mantener su competitividad sin perder su esencia.
Para los laboratorios, esto implica repensar cómo aportar valor real al canal, cómo ayudar a sus clientes a competir y cómo adaptar sus estrategias comerciales a una farmacia que, aunque avanza, aún tiene importantes retos por delante.
