Y en medio de la tempestad, el TAV ahogado

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Hasta las narices está Julián. Más arriba de la coronilla su mujer Emilia. Pasando de todo, sus hijos Javier y Maitane, y sus respectivos. La sociedad por un lado y la política por otro. España parece que a todo tren y Navarra en vía muerta. “Ya está aquí la familia de catastrofistas”, dicen los que se creen que son los únicos que defienden a Navarra cuando, de hecho, son los que están metiendo en un arenal a la Comunidad foral.

Como casi todos los navarros, la familia de Julián y Emilia veía, hasta hace bien poco, que esto del Tren de Alta Velocidad no iba con ellos. Ya sabían que el TAV había llegado hace años a muchas ciudades de España, pero tampoco debía de ser tan grave que no llegase a Pamplona. De hecho, habían oído tantas veces que el TAV llegaría a Pamplona en un plis-plas que, viendo la realidad, ya les tenía sin cuidado.

Pero ahora ya no es así. Porque como familia navarra saben que toda España tiene TAV o lo va a tener en pocos años. Pero aquí, ya lo hemos dicho por activa y por pasiva, esto del TAV es una auténtica tomadura de pelo. Julián y familia van a promover un movimiento social que se llame “Jodidos por el TAV en Navarra”. Y no son originales ni se lo han inventado.

Solo se lo han copiado a la Comarca de Sanabria en Zamora ¡5.600 habitantes! que se han puesto en pie de guerra porque el Ministerio les ha suprimido las paradas de algunos trenes TAV; y solo para favorecer al alcalde socialista de Vigo. Si en Sanabria están jodidos, con perdón, por perder unas paradas de TAV que tenían desde 2021, imagínense cómo estamos en Navarra que no tenemos TAV ni lo vamos a tener. A lo sumo un tranvía.

Para empezar, Julián ya se ha enterado por fin de lo que se invirtió por ADIF en las obras del TAV en Navarra en 2024. Para cumplir con lo aprobado ADIF tenía que haber invertido 142 millones de euros. Cuando la verdad es que no ha invertido ni la mitad, pues se ha quedado en 64 millones. Una auténtica vergüenza.

Así, cada año que pasa se aleja un poco más el fin del TAV en Navarra. Julián, que ya lo estudió de pequeño, sabe que esto es como la Tortuga de Zenón: cuanto más cerca estaba Aquiles de alcanzarla, más lejos estaba la tortuga. Aquiles murió sin alcanzar la tortuga. También se han enterado que, en tan solo una semana, el Ministerio ha presentado muy ufano los proyectos y obras de las nuevas Estaciones de Alta Velocidad de Vitoria (260.000 hbs) y de Santander (280.000 hbs) para que estén listas para 2030. Mientras, a la nueva Estación de Pamplona (385.000 hbs) que le den. Y la de la Comarca de Tudela (130.000 hbs) enfangada.

Y como las desgracias nunca vienen solas, al gran conseguidor de obras para Navarra, según lo calificó hace unos días un ilustre parlamentario foral con barbas, se lo acaba de llevar por delante la gran tempestad.

Aun así, Julián, Encarna y su familia se preguntan qué obras trajo a Navarra ese señor; hasta donde se ha sabido, y a falta de conocer alguna cosilla que permita ver la luz al final del túnel, solo pidió una obra para su pueblo lo cual es un milagro; “que se vea lo que trabajo por Navarra” parece ser que dijo. Pobres de nosotros. La construcción de las obras del TAV en Navarra ni a la mitad de lo que se tendría que invertir. El conseguidor desaparecido. La tempestad arreciando. Y en medio de ella, el TAV ahogado.

Recapiti
ana-yerro