¿Alguna vez has tenido la tentación de probar un vino que no conoces en un restaurante y no lo has pedido porque no sabes qué tipo de vino es ni si te gustará? Efectivamente, es una escena habitual. En la D.O. Rías Baixas tenemos claro que el mejor vino para comer en un restaurante es el que más te gusta y que para disfrutar de un buen vino no hay que ser un experto ni saber identificar sus aromas. Y a veces, en algunos restaurantes para orientarte, te hacen preguntas como: ¿te gustan los vinos secos? ¿Dulces? ¿Afrutados? ¿Aromáticos? ¿Joven o con crianza? Si no has sabido qué decir, no desesperes. ¡Es normal! 😊. Te damos algunas pistas para entender de qué te hablan y cómo identificar los vinos que te gustan.
Vino tranquilo o vino espumoso
Si un camarero te ofrece un vino tranquilo, puedes pensar que será aburrido, de abuelete 😉, pero no. Solo quiere decir que es un vino sin burbujas; un blanco o tinto no espumoso ni con gas. No es un término que se maneje mucho en hostelería, pero un vino tranquilo solo es lo contrario de espumoso.
Vino seco o vino dulce
Si pides que te recomienden un vino blanco y te preguntan: ¿seco?, es probable que lo rechaces pensando en que te secará la boca. Pero no, te están hablando de azúcares. Los vinos secos son los que tienen menos de 4 gramos de azúcar residual por litro. ¿Y esto qué quiere decir? Que de los aproximadamente 200 gramos de azúcar por litro que tiene la uva madura, tras la fermentación en la que esos azúcares se convierten en alcohol, quedan solo 4 gramos. Los vinos semisecos tienen entre 5 y 30 gramos por litro de azúcar residual, un amplio margen, como ves. Los semidulces tienen entre 30 y 50 gramos y los dulces, más de 50 gramos por litro de azúcar residual. Los vinos dulces son de un color más oscuro, que tiende al ámbar y se suelen servir con postres y aperitivos, aunque a baja temperatura admiten maridajes diversos.
Esta categorización por contenido de azúcar nada tiene que ver con la de los espumosos, como te contaremos más adelante. ¡Sigue leyendo!
Los vinos blancos D.O. Rías Baixas son en su mayoría vinos secos, pero también los hay semisecos.
¿Aromático? ¿Afrutado? ¿Fresco?
Los vinos, también los blancos, pueden clasificarse por los aromas, sabores y sensaciones táctiles que dejan cuando los consumes y que se combinan con otras categorizaciones. Por eso, puede ser que un vino seco sea fresco, algo que si no sabes de qué hablamos puede parecerte un sinsentido.
Los vinos aromáticos por lo general son vinos elaborados con variedades de uva muy aromáticas, aunque los aromas de la uva pueden intensificarse en función de las condiciones del viñedo, pero también en la elaboración. Se dice que un vino es aromático cuando tiene una intensidad de aromas alta, perceptible a varios centímetros de la copa, y es complejo; encierra diferentes tipos de aromas.
Los vinos afrutados son vinos que tanto en sus aromas como en su sabor está muy marcada la fruta. Esta presencia es clara, limpia (sin otros aromas o sabores) y pronunciada. Dentro de la categoría afrutados, hay vinos muy diferentes, ya que la fruta a la que recuerdan puede ser verde, cítrica, madura, de hueso, roja, negra, tropical…
Aunque sea una categoría que se use mucho en vinos blancos, también hay afrutados tintos, como los Rías Baixas, afrutados semidulces o secos, como el Rías Baixas Albariño.
Los vinos frescos son esos que te refrescan la boca cuando los bebes, dejan una sensación de frescura opuesta a la aspereza de los vinos tánicos, como algunos tintos con largas crianzas en barrica. La frescura es también una sensación de ligereza, vinculada a la densidad del vino, el vino pasa por la boca dejando una sensación agradable y sedosa. La frescura es una sensación vinculada con la acidez, una de las cualidades de los vinos Rías Baixas, que los hace tan fáciles de beber y versátiles para maridar.
Vino joven o con crianza
Los vinos pueden diferenciarse por sus procesos de elaboración y sí, también entre los vinos blancos existe la crianza o maduración. Así, un vino joven es un vino embotellado meses después de la vendimia, una vez finalizado el proceso de fermentación y clarificación, mientras que un vino con crianza es envejecido durante meses o años en diversos depósitos una vez finalizada la fermentación.
Los vinos jóvenes son por lo general más frescos, ligeros y de colores menos intensos que los vinos con crianza. En la D.O. Rías Baixas tenemos vinos blancos con crianzas de más de diez años.
Qué tipo de vinos son los blancos de Rías Baixas
En Rías Baixas existen 7 tipos de vinos blancos tranquilos con Denominación de Origen y un Rías Baixas Espumoso, que puede ser blanco o tinto, pero la mayoría de las marcas que existen en el mercado son blancos y elaborados con uva Albariño.
Rías Baixas, 100% diversidad
Si entre tus vinos favoritos está el Rías Baixas Albariño o conoces el trabajo de nuestras bodegas, sabrás que nuestra variedad reina, la Albariño, es una uva muy versátil, capaz de dar lugar vinos totalmente diferentes. ¿Por qué? Es una variedad con una enorme capacidad de absorber los elementos que conforman el terroir en el que se desarrolla.
En función de la composición de los suelos del viñedo, de si este está cerca del mar o de un río, de su orientación, del sistema de conducción de la vid, de cómo se trate la vegetación que rodea las cepas y a las propias uvas, los vinos pueden ser muy diferentes. Por eso dentro de unas características afines, como la frescura, la acidez equilibrada, la complejidad aromática o sus matices frutales, la uva recién recolectada puede dar lugar a casi tantos Rías Baixas Albariños como marcas de vinos D.O. Rías Baixas.
Si a esto unimos que en nuestra Denominación elaboramos otros vinos monovarietales con diferentes variedades autóctonas y plurivarietales en los que combinamos la Albariño con otras uvas y que los viñedos crecen en 5 subzonas diferentes entenderás que la diversidad de vinos Rías Baixas es amplísima. ¡Vamos con los detalles!
Rías Baixas Albariño
Los Albariños de Rías Baixas jóvenes son y por este orden en cuanto a los tipos que acabamos de ver, vinos frescos, afrutados, secos o semisecos y aromáticos, con una intensidad (la potencia de sus aromas) media-alta. Por eso se consideran fáciles de beber y maridar con cualquier gastronomía. Serán más salinos que minerales cuanto más próximos al mar estén sus viñedos.
Rías Baixas Barrica
Los Albariños de Rías Baixas con envejecimiento en depósitos de madera también son vinos secos o semisecos –pero en la franja baja del semiseco-, afrutados y aromáticos, pero muy diferentes a los vinos jóvenes. Con el proceso de envejecimiento, los aromas y sabores a fruta verde del vino joven evolucionan a frutas más maduras, incluso tropicales, con toques avainillados y tostados. Suelen ser vinos con más cuerpo, más densos, y más grado de alcohol.
Los D.O. Rías Baixas con crianza en otro tipo de depósitos, como el acero inoxidable, el granito, el hormigón o el barro ofrecen matices muy diferentes, como ya te hemos contado en nuestro Magazine.
Rías Baixas Espumosos: ¿Cómo son?
Los espumosos de Rías Baixas en su mayor parte de uva Albariño son elaborados por el método tradicional y esto quiere decir que se someten a dos procesos de fermentación. Los Rías Baixas Espumosos tienen más azúcares que los vinos Rías Baixas tranquilos, pero no siempre son residuales, en ocasiones se añaden en el proceso de elaboración, cuando se les aporta un licor de expedición que contiene azúcar.
Los vinos espumosos tienen su propia categorización, que viene marcada por la cantidad de azúcares que contienen. El brut nature tiene de 0 a 3 gramos por litro y esta denominación solo puede aplicarse a los vinos espumosos a los que no se añade azúcar extra tras el degüelle. El extra brut contiene de 0 a 6 g/l, el brut, menos de 12 g/l; el extra seco, entre 12 y 17; el seco, entre 17 y 32 g/l; el semi seco, entre 32 y 50 g/l y el espumoso dulce contiene más de 50 g/l. Sí, aquí el concepto seco es todo lo contrario al que se maneja para los vinos tranquilos. 🙄
En la Denominación de Origen Rías Baixas abundan los espumosos menos dulces, del brut nature al brut.
Rías Baixas: el vino se hace en la viña
Como ya has visto, la diversidad de Rías Baixas es enorme, pero… ¿Y esto no pasa en todas las zonas donde se produce vino? Pues no del mismo modo. En otras áreas con gran tradición y reconocimiento en el mundo del vino, las variedades son más estables a las condiciones del terroir, las subzonas no son tan distintas o las diferencias entre los vinos de la región se perfilan más durante la elaboración. Seguro que habrás oído decir a alguno de nuestros bodegueros que el vino se hace en la viña y es totalmente cierto, pero en Rías Baixas muchísimo más que en otros lugares.
Por eso el Albariño de Rías Baixas no tiene nada que ver con los vinos elaborados con la misma uva en otros lugares del mundo. El de la D.O. Rías Baixas es un Blanco como Ninguno, un Albariño como Ninguno.