Cómo cuidar las prendas de baño para que duren más

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En este artículo te damos las claves para aprender a cuidar las prendas de baño y reducir así su impacto ambiental… y el de nuestro bolsillo. Para ello hemos contado con expertas en moda de baño –María Malo, creadora de la firma de baño ética y sostenible que lleva su nombre; y Sandra Sarmiento, alma máter de Ecometas, tienda especializada en ropa interior y ropa de baño sostenible (calle Lluna, 1, Barcelona)-, que generosamente comparten sus tips sobre lo que debemos hacer y lo que debemos evitar para que estas prendas nos acompañen muchos veranos.

¿Cómo se puede alargar la vida útil de las prendas de baño?

Conseguir que los bañadores y bikinis duren más no requiere grandes esfuerzos, solo incorporar rutinas sencillas que protejan estas prendas. Cuidar es un acto sostenible que empieza en casa y también en la playa y en la piscina.

Cuidar mejor de la ropa de baño, además de una cuestión de ahorro, es un gesto consciente hacia el planeta. Estas prendas están hechas, en su mayoría, de fibras sintéticas como el poliéster o el nylon, materiales derivados del petróleo que requieren mucha energía para producirse y que liberan microplásticos al lavarse. Según la Fundación Ellen MacArthur, si extendiésemos la vida útil de la ropa solo 9 meses más, podríamos reducir su huella de carbono, agua y residuos hasta en un 20-30%.

Por eso, cada verano extra que viven estas prendas es un respiro para el medio ambiente. ¿Cómo podemos conseguirlo? Aquí tienes las claves de lo que hacer y lo que no.

Cortesía de María Malo

Guía paso a paso para cuidar las prendas de baño y que duren más tiempo

El diseño y la calidad importan. Claves para elegir un bañador o bikini de calidad

Por las manos de nuestras expertas consultadas pasa una gran cantidad de patrones y tejidos, por lo que están perfectamente entrenadas para elegir de lo bueno, lo mejor.

Para Sandra Sarmiento, el diseño y la calidad juegan “un papel clave y primordial. Una prenda de baño bien diseñada, con costuras reforzadas, elásticos de calidad y tejidos de calidad certificados, no solo sienta mejor, sino que aguantará muchas temporadas de baño. En Ecometas apostamos por bikinis y bañadores confeccionados con materiales como la poliamida reciclada o ECONYL®, que son resistentes y respetuosos con la piel. Además, un buen diseño no es solo estético: se ajusta al cuerpo con total naturalidad, sin apretar, lo que también evita deformaciones innecesarias con el uso”.

María Malo coincide: “cuando diseño y materia prima están alineados con criterios de funcionalidad, sostenibilidad y durabilidad, la prenda no solo se ve bien, sino que también rinde mejor, durante más tiempo y con menor impacto ambiental”. En esta marca de moda de baño utilizan tejidos sostenibles de alto rendimiento, como poliamidas recicladas o mezclas de elastano de calidad premium, que ofrecen mayor resistencia al cloro, a la sal, a la exposición solar y al roce constante del movimiento. “Estos tejidos no solo mantienen mejor su forma y color con el tiempo, sino que también conservan la elasticidad, algo esencial en prendas diseñadas para moverse”, explica la diseñadora. “Por otro lado, el diseño tiene un impacto directo en la longevidad: patrones bien construidos que distribuyen la tensión de manera equilibrada, costuras limpias y reforzadas, y cortes pensados para no ceder en zonas de alta fricción. Una prenda mal diseñada puede deformarse, desajustarse o romperse antes de tiempo, aunque esté hecha con buenos materiales”.

¡No es solo un amor de verano! Fomentar una relación más consciente con la ropa de baño es posible

«El primer paso es comprar de forma consciente, no por impulso«, aconseja Sandra Sarmiento. «Apostar por marcas que trabajan con tejidos de calidad, que fabrican de forma ética, mimando cada detalle, y elegir diseños que realmente te hagan sentir bien y que vayan con tu estilo —no alineadas con las tendencias pasajeras, que vienen y van en cada temporada. Después, cuidar esa prenda como si fuera un básico de tu armario, no algo “de usar y tirar”. Y por último, darle una segunda vida si algún día deja de servirnos: transformarlo en un top deportivo, en una prenda para estar por casa, o incluso, reciclarlo si el tejido lo permite”.

María Malo propone ideas prácticas y muy interesantes para sacarle todo el partido a las prendas de baño como combinarlas con estilo y creatividad: “En lugar de usar siempre el mismo conjunto, prueba a alternar tops y braguitas para crear nuevas combinaciones. Esto no solo multiplica las posibilidades con menos piezas, sino que además reduce el desgaste de cada parte al no usarlas siempre en bloque”. Y nos recuerda que estas prendas se pueden integrar en nuestros looks más allá del contexto playa o piscina: “muchos tops de baño funcionan perfectamente como parte de un look diario, con una camisa abierta, un pantalón fluido o una falda larga. Son prendas versátiles que, bien elegidas, pueden acompañarte mucho más allá del verano”. Por último, un recordatorio importante: la ropa hay que cuidarla, sí, pero también hay que disfrutarla. “Hay que aceptar que la actividad, el uso y moverse libremente inevitablemente desgastará las prendas”, explica, “pero no nos vestimos para salir a disfrutar la vida, ¿verdad? Elegimos prendas que nos favorecen y nos permiten movernos libremente y, en consecuencia, nos vemos y sentimos preciosas. Así que cuida tus prendas como cuidas tu piel y tu pelo, y no pongas limites a tu capacidad de disfrutar”.

Cortesía de María Malo

¿Cómo se deben lavar los bañadores y bikinis?

Enjuaga con agua dulce inmediatamente después de usarlos

La sal, el cloro, el sudor y los restos de protector solar son enemigos del tejido elástico. Por eso, para cuidar las prendas de baño correctamente, la recomendación más básica es enjuagar el bañador con agua fría nada más llegar a casa, ya que este truco evita que los residuos se adhieran a las fibras y ayuda a preservar el color de la prenda.

Lava a mano y con jabón neutro

A la hora de lavarlo a fondo, utiliza un jabón neutro suave y lava a mano. El objetivo es evitar el uso de suavizantes o detergentes agresivos para reducir el desgaste del tejido y minimizar la liberación de microfibras. “Este último punto es clave: la mayoría de los bikinis están hechos con tejidos que contienen nylon o poliéster, fibras sintéticas que sueltan microplásticos al lavarse. Cuando los metemos en la lavadora, no solo aceleramos el desgaste de la prenda, sino que también contribuimos sin querer a la contaminación de ríos y océanos con microfibras plásticas. Lavar a mano no solo cuida tu bikini, sino también el agua del planeta”, explica María Malo.

Si no tienes más remedio que utilizar la lavadora, introduce la prenda en una bolsita de lavado y elige agua fría y el programa más delicado sin centrifugado fuerte.

¿Cómo se seca correctamente la ropa de baño sin dañarla?

No la expongas al sol directo

El calor del sol es el mejor secador natural pero el sol directo es uno de los principales responsables de la decoloración de los tejidos. Por tanto, para cuidar las prendas de baño de la mejor forma, lo más recomendable es secarlas a la sombra y siempre extendidas en plano. Evita escurrirlas retorciéndolas, ya que las fibras elásticas pueden sufrir daño, y evita también la secadora.

¿Qué errores comunes estropean antes la ropa de baño?

Las expertas al habla. Según Sandra Sarmiento, de Ecometas, “uno de los más comunes es dejar la prenda húmeda en una bolsa o enrollada en la toalla durante horas, lo que puede generar malos olores y deteriorar el tejido. También se suelen usar detergentes agresivos o suavizantes, que contienen químicos innecesarios y reducen la vida útil del bikini o bañador. Y por supuesto, el uso de secadora o la exposición al sol directo al secar: esto daña la fibra elástica (elastano) y hace que las prendas pierdan forma muy pronto”.

Sentarse en superficies rugosas

Bordes de piscinas, rocas o suelos ásperos raspan y desgastan el tejido. Para evitarlo, utiliza siempre una toalla o pareo como barrera protectora.

Utilizar cremas o aceites justo antes de ponerse el bañador

Algunos protectores solares y aceites corporales pueden manchar o degradar los tejidos. Lo más recomendable es esperar a que la piel haya absorbido estos productos antes de vestirse con la ropa de baño.

Guardar el bañador húmedo antes de que esté completamente seco

Al igual que en el caso de la ropa interior, guardar una prenda de baño húmeda favorece la proliferación de bacterias, malos olores y la degradación de las fibras. Por tanto, debemos asegurarnos de que estas prendas están completamente secas antes de guardarlas. En caso de que nos quitemos la prenda de baño antes de llegar a casa y no sea posible secarla, utiliza una bolsa de tela transpirable para guardarla, en vez de una bolsa de plástico.

Lavar con agua caliente o secar en secadora

Las altas temperaturas son uno de los mayores enemigos de los tejidos técnicos que componen la ropa de baño porque dañan las fibras elásticas. Aunque pueda parecer que un lavado caliente o un secado rápido en máquina higienizan mejor o ahorran tiempo, en realidad acortan considerablemente la vida útil de los bañadores y bikinis. En el caso concreto de la secadora, el calor constante y el roce mecánico del tambor hacen que el tejido se desgaste, se apelmace o se rompa antes de tiempo. Además, utilizar agua caliente y secadoras consume más energía que lavar con agua fría y secar al aire. Si estás intentando reducir tu impacto textil en el medio ambiente, esta es una de las decisiones más sencillas y efectivas.

Recapiti
Cristina Sánchez de Pedro