ℹ Escapadas frescas para huir del calor: tres destinos de montaña que lo tienen todo

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Cuando las temperaturas superan los 35 grados en buena parte del país, escapar a la montaña se convierte en una opción tan atractiva como necesaria. Los destinos de altura ofrecen un aire más limpio, temperaturas agradables y una sensación de calma difícil de encontrar en el litoral durante los meses de julio y agosto. Si estás buscando ideas para una escapada refrescante sin renunciar a la comodidad y la experiencia, te proponemos tres rincones en el Pirineo Aragonés que lo tienen todo: entorno natural, cultura, gastronomía y alojamientos pensados para el descanso.

1. Jaca, la ciudad de montaña con vida todo el año

Jaca es mucho más que un destino de invierno. En verano, esta ciudad del Pirineo oscense se transforma en un punto de encuentro para quienes buscan un equilibrio entre naturaleza, patrimonio y vida local. El clima fresco de la Jacetania permite pasear a cualquier hora del día, explorar su casco histórico, visitar la Ciudadela y disfrutar de su animada agenda cultural.

Además, es el punto de partida ideal para rutas de senderismo por el Valle de Aragón, visitas al monasterio de San Juan de la Peña o excursiones hasta los ibones de montaña. Y si viajas en familia, las actividades al aire libre como ciclismo, escalada o rafting completan la oferta.

A la hora de descansar, alojarse en un hotel en Jaca con piscina puede marcar la diferencia. Poder darse un baño al final del día rodeado de montañas añade un valor especial a la experiencia de desconexión.

2. Badaguás, tranquilidad y naturaleza a 1.000 metros

A pocos minutos de Jaca, el pequeño núcleo de Badaguás ofrece una alternativa más íntima, ideal para quienes desean alejarse del bullicio sin renunciar a buenos servicios. Este enclave se encuentra en una posición privilegiada, rodeado de bosques, campos de golf y rutas señalizadas que permiten conectar directamente con el paisaje.

Badaguás es perfecto para caminatas suaves, rutas en bicicleta y escapadas en familia. En verano, su entorno se llena de color y actividad, pero sin aglomeraciones. Aquí, el tiempo parece detenerse y cada atardecer es una invitación a la calma.

La opción de hospedarse en hoteles cerca de Jaca se convierte en un verdadero lujo: combina la serenidad del entorno con un baño refrescante al volver de una excursión. Además, muchos alojamientos en la zona incorporan servicios como restaurante, jardines o spa, para completar una experiencia redonda.

3. Canfranc y su historia entre montañas

Más al norte, casi tocando la frontera con Francia, Canfranc es uno de esos lugares que sorprenden por su carácter singular. Su famoso edificio de la Estación Internacional, ahora rehabilitado y en pleno uso, es una de las visitas imprescindibles del Pirineo. Pero Canfranc es también un pueblo de alta montaña que combina cultura, historia y naturaleza a partes iguales.

Desde aquí se pueden hacer rutas hacia los Valles Occidentales, ascensos moderados para ver fauna salvaje o paseos por los bosques que rodean la población. Además, el entorno es ideal para practicar deportes de aventura o simplemente respirar aire puro en una terraza.

El descanso aquí también tiene nombre propio. Alojarse en hoteles en Canfranc no solo permite estar cerca de uno de los hitos arquitectónicos más emblemáticos del norte de España, sino también disfrutar de un alojamiento con encanto, cuidado al detalle y adaptado al clima veraniego de montaña.

Estos tres destinos del Pirineo Aragonés demuestran que no hace falta ir muy lejos para encontrar lugares donde el calor no abruma, donde las noches invitan a dormir con manta y donde cada jornada se vive sin prisa. Ya sea para una escapada de fin de semana, unas vacaciones más largas o simplemente para desconectar del asfalto, Jaca, Badaguás y Canfranc tienen todo lo necesario para que el verano se sienta diferente. Y lo mejor: volverás a casa con la sensación de haber respirado mejor.

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Eldys SM