La huella de carbono es un indicador que sirve para medir el impacto medioambiental de las diferentes actividades, tanto económicas como de las personas que están involucradas en realizar las mismas.
Contar con esta herramienta es clave como un elemento de diagnóstico, un punto de partida para poder establecer recomendaciones de mejora y establecer nuevos objetivos que sirvan para alcanzar los retos que existen a nivel estatal, europeo y mundial sobre cambio climático, calidad del aire o eficiencia energética.
Para realizar el cálculo de la huella de carbono, que se nombra en toneladas equivalentes a CO2, se tienen que tener en cuenta las emisiones directas de la actividad y las indirectas que, dependiendo del caso, pueden abarcar muchos aspectos.
Existen distintos estándares e instrumentos para calcularlas, a nivel europeo y estatal, y estrategias de compensación que llevan a cabo los estados dentro de sus políticas ambientales para impulsar su reducción.
En este sentido, Novadays incluye, dentro de la herramienta que ha diseñado para impulsar la economía circular en la contratación pública, Circular Procurement Suite, el cálculo de la huella de carbono. De esta forma, el impacto medioambiental de las propuestas recibidas se convierte en un elemento fundamental de evaluación a tener en cuenta para los procesos de compra pública y contratación.
Las administraciones públicas, a través de sus actuaciones y sus políticas, son responsables también de la consecución de los retos en materia medioambiental y agentes decisivos a la hora de impulsar el cambio de mentalidad de las empresas para el acceso a licitaciones.
Circular Procurement Suite y el presente artículo han sido elaborados en el marco del proyecto “Transformación digital de procesos de contratación pública para el impulso de la Contratación Pública Circular” (EXP/EC/2023/00313), que es beneficiario de la convocatoria de subvenciones para el impulso de la Economía Circular en la empresa para el año 2022 en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.