La trata de personas representa una de las violaciones más graves de los derechos humanos en nuestro tiempo. Detrás de las estadísticas se esconden historias reales de mujeres, hombres, niñas y niños que han visto sus vidas truncadas por redes criminales que lucran con el sufrimiento humano.
Un crimen invisible en plena vista
Con frecuencia, cuando hablamos de este delito y grave vulneración de derechos, se piensa en realidades lejanas o situaciones extremas. Sin embargo, ocurre a diario en nuestros barrios, en nuestras ciudades y pueblos, en los espacios digitales…, a menudo de manera invisible para la sociedad. No observamos la desigualdad, el abuso de poder y las múltiples formas de violencia que padecen especialmente las mujeres y niñas en situación de vulnerabilidad.
Esta invisibilidad es una de las herramientas más poderosas de los tratantes y explotadores. Utilizan la coacción, el aislamiento, la manipulación psicológica y las amenazas para mantener a las víctimas en silencio y bajo control. Muchas veces, las propias víctimas no se reconocen como tales debido al trauma, la confusión o el miedo a las represalias.
Detrás de cada cifra hay vidas. Detrás de cada titular hay una historia de violencia, engaño y vulneración de derechos. Y frente a ello, también hay respuesta, acompañamiento, justicia y reparación.
Por eso, desde APRAMP nos hacemos eco de los 8 datos clave sobre la trata de personas en el siglo XXI recopilados desde la Oficina contra la Droga y el Crimen Organizado, publicados en su página web como parte de su campaña con motivo del 30 de julio, Día Mundial contra la Trata de Personas. 8 datos que ayudan a comprender mejor por qué se produce este delito, cómo se capta y explota a las víctimas y los vínculos entre la trata de personas y la migración, el cambio climático o los conflictos.
1. Presente en todas las regiones del mundo.
La trata de personas se produce en todas partes, pero se realiza principalmente desde países de renta más baja hacia países de renta superior. También trasladando a las víctimas de una zona a otra de un mismo país.
El Informe Mundial sobre Trata de Personas (IMTP) 2024 de la ONU establece que personas de al menos 162 nacionalidades fueron víctimas de trata en 128 países de destino en 2022.
En este contexto global, España se configura como país de tránsito y destino. En 2024, desde APRAMP atendimos a mujeres provenientes de, entre otros, Colombia, Venezuela y Paraguay.
2. Un delito muy extendido y un negocio lucrativo.
La trata de personas es la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas mediante la fuerza, el fraude o el engaño para explotarlas con fines lucrativos. Es difícil determinar el verdadero alcance de este delito.
El IMTP 2024 de la ONU registró un aumento del 25% en el número de víctimas de trata detectadas en el mundo.
3. Se nutre de la pobreza, los conflictos y el cambio climático.
La trata de personas está impulsada por una compleja interacción de factores sociales, económicos y políticos. Los conflictos y las persecuciones, la pobreza y la inestabilidad política, la falta de acceso a la educación y al empleo, los desplazamientos forzosos, las catástrofes naturales y el cambio climático crean condiciones que facilitan la trata.
Los tratantes se aprovechan de ello enfocándose en personas en situación de vulnerabilidad, en situación irregular administrativa o con necesidad urgente de trabajo que les permita mejorar sus condiciones de vida.
4. Las víctimas son captadas por todos los medios.
Las promesas fraudulentas de una vida mejor, de un trabajo próspero o de ganancias económicas rápidas son algunos de los ganchos usados por victimarios para captar a sus víctimas. Las redes sociales son, tras la pandemia y el confinamiento, el medio más usado para la captación y posterior explotación tanto online como offline.
La campaña #TikTokTrata de APRAMP busca dotar de herramientas a menores y adolescentes para la prevención de su captación.
5. Escapar de la explotación puede ser extremadamente difícil.
Las víctimas suelen soportar condiciones inhumanas. Sus explotadores utilizan mecanismos de control como coacción, agresiones, amenazas y chantajes, entre otros, para controlarlas. Muchas ni siquiera se identifican como víctimas y el miedo a las represalias les impide a menudo buscar ayuda.
Las Unidades Móviles de APRAMP está formada por agentes sociales supervivientes de la trata y la explotación que acompañan a otras víctimas a dar el paso y salir de la situación de explotación.
6. Explotación sexual y trabajo forzado.
La trata de personas se manifiesta de muchas formas. El IMTSH 2024 de la ONU indica que alrededor del 45% de los niños detectados a nivel mundial son víctimas de la trata con fines de trabajo forzoso y el 47% son explotados con otros fines, como la mendicidad y la criminalidad forzosa. Esta última ha pasado a representar el 8% del total de víctimas.
En 2024, el 17% de las mujeres y niñas atendidas por APRAMP eran víctimas de trata con fines de explotación laboral.
7. Las mujeres son las principales víctimas de la trata.
Las mujeres y las niñas representan la mayoría de las víctimas detectadas en todo el mundo (el 61% en 2022). De las víctimas detectadas en el mundo con fines de explotación sexual, el 66% fueron mujeres y el 60%.
En 2024, el 40,7% de las mujeres atendidas por APRAMP indicaron que empezaron a ser explotadas sexualmente siendo menores de edad.
8. De la familia a la delincuencia organizada.
Los datos de la UNODC muestran que el más 58% de los condenados por trata son varones y el 40% mujeres. En ocasiones, los tratantes también pueden ser familiares, padres, parejas íntimas o conocidos de la víctima, como sucede en los casos de trata con fines de matrimonios forzados.
Un llamado a la acción
APRAMP aborda esta realidad desde una intervención directa y especializada, centrada en el acompañamiento integral a mujeres y niñas que han sido o están siendo víctimas de trata y/o explotación. Nuestro trabajo se construye desde la cercanía, la confianza y el respeto a los tiempos y decisiones de cada persona. Desde el primer contacto hasta el fin de los procesos de recuperación y autonomía, nos comprometemos con su derecho a una vida libre de violencia, ofreciendo oportunidades reales de futuro.
Apostamos por una acción que integra prevención, detección, protección y reparación. Y lo hacemos en red, junto a las propias supervivientes, equipos multidisciplinares de otros ámbitos, en alianza con instituciones públicas y privadas, y también con la ciudadanía, cuyo papel es clave en la identificación de posibles casos.
La lucha contra la trata de personas es un compromiso que nos involucra a todo el mundo. Cada vez que elegimos informarnos, compartir conocimiento, apoyar a organizaciones que trabajan en primera línea, o simplemente mantener los ojos abiertos ante posibles situaciones de trata o explotación, estamos contribuyendo a esta causa fundamental.