Generación Z: entre la tradición y lo digital
Por Patricia Abad · Responsable de investigación cualitativa en GAD3.
Vivimos en un tiempo en el que lo digital parece dominarlo todo: desde cómo nos informamos hasta cómo nos relacionamos. No en vano, desde hace ya algún tiempo hemos empezado a llamar TRIC a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) con el fin resaltar el factor relacional de estas. En un contexto digital donde conviven distintas generaciones, la Generación Z, una de las más conectadas de la historia, empieza a rescatar costumbres de sus antepasados. Entre estas prácticas se incluyen reparar lo que se rompe, leer en papel, cocinar en casa y vivir de manera más tranquila. Aunque algunos miran con sorpresa este revival de tradiciones, lo cierto es que no resulta raro. En tiempos de hiperconectividad, los jóvenes sienten la necesidad de volver al mundo físico y recuperar costumbres de antaño. No es que los jóvenes sientan ahora una especial nostalgia por el pasado; les interesa porque pueden darle un nuevo significado e incorporarlo a sus vivencias actuales.
https://www.gad3.com/wp-content/uploads/2025/09/Copia-de-HERRERA-EN-COPE-NM-6JUN25.mp4
La autenticidad como valor generacional
Desde hace tiempo en GAD3 venimos analizando estos temas en varios estudios, sobre todo los relacionados con el uso de las TRICS, y esta semana he tenido la oportunidad de participar en el programa En Casa de Herrero de esRadio para comentar algunos de estos cambios que desde GAD3 observamos en la sociedad.
Ha sido una buena ocasión para compartir algunas ideas sobre este redescubrimiento del valor de lo analógico, lo comunitario y lo tradicional por parte de la Generación Z, que incluye a jóvenes de entre 15 y 30 años, aproximadamente. Los también llamados centennials vuelven a leer en papel, a reparar ropa y muebles y a retomar actividades al aire libre. Lo hacen porque ven en esas experiencias una autenticidad que valoran profundamente como generación.
En la conversación también hemos podido reflexionar sobre lo que esta reinterpretación de las tradiciones aporta a la Generación Z. Por un lado, esta reinterpretación les ayuda a identificarse y a crear comunidad. Lo hacen resignificando las tradiciones, en particular las locales, y adaptándolas a sus propias vivencias, lo que las vuelve más personales y auténticas. El reciente auge de la costumbre de vestirse de chulapos en las fiestas de San Isidro en Madrid lo ilustra perfectamente. Por otro lado, les permite diferenciarse de los millenials; un anhelo de distinción que casi siempre se percibe en unas generaciones respecto a las que son inmediatamente anteriores.
Instituciones tradicionales bajo una nueva mirada
El presidente de GAD3, Narciso Michavila, señalaba en La Vanguardia que la Generación Z ha cambiado su percepción sobre instituciones tradicionales como la iglesia o el ejército. Las ven ahora de manera “más favorable que sus padres… y más europea”, fruto de experiencias internacionales que les han permitido conocerlas desde otra perspectiva. Otro rasgo a subrayar es el corporativismo, muy presente en esta generación. Se relaciona directamente con el sentimiento de pertenencia al grupo y se expresa en sus hábitos y comportamientos cotidianos. No es casual: han crecido en un entorno donde la conexión con otras personas a través de lo digital siempre ha estado presente. Y que, a la vez, al haber vivido situaciones recientes de fuerte incertidumbre (como, por ejemplo, el confinamiento por la pandemia o el apagón total del sistema eléctrico), anhela seguridad, un valor tradicionalmente vinculado con esas instituciones.
Aquí te dejo el artículo de La Vanguardia para que puedas consultarlo.
Un cambio social no lineal
Con esta tendencia, la Generación Z nos muestra que el cambio social no siempre es lineal: la innovación muchas veces se da al mirar al pasado y dotar a ciertas prácticas de un nuevo sentido. En GAD3 creemos firmemente que la investigación social es clave para comprender a fondo estos fenómenos. Solo así podremos interpretar la realidad actual y anticipar los cambios que están por venir. Y ese cruce entre tradición y digitalización que nos muestra la Generación Z puede ser, sin duda, una de las claves de la evolución de la sociedad en los próximos años.
Por eso, no dejemos de mirar analíticamente al pasado y al presente, son los que nos permitirán entender el futuro.