La Reserva Federal cumplió con lo esperado y bajó 25 puntos básicos los tipos de interés de referencia. Se trata del primer recorte desde 2024, en respuesta a las preocupaciones por el debilitamiento del mercado laboral más que por temores de recesión. O al menos eso es lo que han dejado entrever desde la institución. La decisión, que no ha sido unánime, se produce tras unos datos de empleo decepcionantes —solo 29.000 puestos creados entre junio y agosto, desempleo en el 4,3% y proyecciones de crecimiento económico al 1,6%—. Cuando le tocó a Jerome Powell salir a la palestra, defendió el enfoque paciente adoptado por la Fed en medio de las negociaciones arancelarias de la Administración Trump. Afirmó que fue la decisión correcta para evitar acciones precipitadas. Según Powell, la entidad esperó a observar la evolución de los aranceles, la inflación y el mercado laboral en un contexto de alta incertidumbre económica, lo que les permitió una respuesta más informada y estable. Esperemos que no vayan demasiado tarde.
Diagrama de puntos: junio vs. septiembre.
Fuente: Fed.
No hay grandes diferencias entre el diagrama de puntos de junio y el publicado ayer. Pronostican dos bajadas más en 2025, lo que supondría llegar al entorno del 3,5% y 3,75%. Para 2026 y 2027, apenas una bajada cada año. Esto contrasta con lo que espera ahora mismo el mercado:
Fuente: CME.
Macroeconomía
En cuanto a la macroeconomía, tuvimos datos comerciales de Japón, que sorprendió con un dato de balanza comercial mejor de lo esperado (-242.500 millones de yenes vs. -513.600). En Europa, el IPC de agosto se quedó en el 0,1% (se esperaba 0,2%) y el anualizado se situó en el 2%. La vuelta al objetivo del BCE ha costado casi cuatro años y bastantes disgustos, pero esta relajación ha permitido al organismo algo de manga ancha con los tipos de interés. En Estados Unidos, los datos de construcción fueron algo débiles: permisos de construcción 1,31 vs. 1,37 millones, un -3,7% respecto al mes anterior. La estimación del PIB que publica la Reserva Federal de Atlanta sorprendió a la baja con un +3,3% (3,4% esperado).
La carrera por la supremacía tecnológica
Aunque prácticamente se nos había olvidado, siguen los líos entre Estados Unidos y China. A pesar de que todavía se mantiene el periodo de tregua, ayer el líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson, cargó contra Pekín después de que se conociera que han ordenado a sus empresas tecnológicas que dejen de comprar procesadores de NVIDIA. Esta decisión llega después de que viéramos algunos brotes verdes: las delegaciones de ambos países se reunieron en Madrid y anunciaron un acuerdo sobre la red social TikTok, cuyos detalles conoceremos esta semana. La lucha de poder entre ambos gigantes es uno de los focos de volatilidad para los mercados financieros.
Mercados bursátiles
Las bolsas reaccionaron con tímidas caídas en Estados Unidos (S&P 500 -0,10%, Nasdaq -0,33%, Dow Jones +0,57%), aunque se concentraron en tecnología y servicios de comunicación. Europa resistió algo mejor (Euro Stoxx 50 +0,00%, DAX +0,13%, Ibex 35 -0,24%). Sí tuvimos más volatilidad en el mercado de renta fija: el diez años estadounidense volvió al 4% y el alemán se situó en el 2,7%. El euro se depreció respecto al dólar, aunque momentáneamente llegó a romper la barrera del 1,19.
Las empresas del S&P 500 redujeron las recompras de acciones en el segundo trimestre de 2025. Aunque habría que matizar que veníamos de datos récord en el primer trimestre. Si analizamos los últimos doce meses, las recompras rozaron el billón de dólares, un incremento del 13,7% respecto al anterior. Aquí también tenemos supremacía tecnológica: más del 50% corresponde a las veinte mayores compañías. Apple, Meta y Alphabet lideran la tabla. Por el lado de los dividendos, alcanzaron los 650.000 millones de dólares (+8,4%). Así que las empresas del S&P 500 retribuyeron a sus accionistas por valor de 1,65 billones de dólares, algo más que el PIB de España o casi el doble que toda la capitalización del Ibex 35.
Otra de las noticias de la semana es que Donald Trump publicó en su red social Truth Social que las empresas ya no deberían estar obligadas a reportar resultados trimestralmente, sino hacerlo en un plazo de seis meses. Según el presidente, esto ahorrará costes y permitirá que los directivos se centren en dirigir sus compañías. No creo que sea un gran coste para una compañía grande, por lo que debería beneficiar más a las pequeñas y medianas. Ya en su día Warren Buffett (Berkshire Hathaway) o Jamie Dimon (JP Morgan) abogaron por medidas similares. Las empresas estadounidenses llevan publicando trimestralmente desde 1970, cuando la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos) tomó la decisión de aumentar la transparencia.
Feliz jueves.
Víctor Álvarez SanzDirector de renta variable