Navarra, hacia la interconexión eléctrica

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Táctica y estrategia son dos conceptos que muchas veces no se interpretan correctamente. Táctica son las acciones para el corto plazo, mientras que estrategia implica una visión a largo plazo. Como aprendimos los que en alguna ocasión recibimos educación militar, con la táctica se ganan batallas, pero con la estrategia adecuada se gana la guerra y hoy, Navarra, tiene que ganar también la guerra a su aislamiento energético. En general, todos nuestros gobiernos se encuentran más cómodos en los tacticismos que en la planificación estratégica. Es la servidumbre de los ciclos cuatrienales. Basta con mirar hacia atrás para darnos cuenta de que a Navarra le falta una estrategia real que asegure nuestro desarrollo futuro a medio y largo plazo. Es triste, pero todas las acciones que en su día se definieron en el campo estratégico están bloqueadas o acumulan rechazos inasumibles .

Como ejemplos, podemos citar proyectos como el recrecimiento del embalse de Yesa, hoy parado y en espera de la decisión final; el Canal de Navarra, que acumula algún que otro lustro de retraso; pero sin duda, el que se lleva la palma es el Tren de Alta Velocidad acumulando décadas de retraso. Lo triste es que, en la actualidad, no se conoce una fecha comprometida para la terminación de ninguno de ellos. En este momento, Navarra tiene un nuevo reto que romper; se trata de su aislamiento eléctrico, al que hay que hacer frente implementando las infraestructuras necesarias para asegurar la disponibilidad de potencia que necesitaremos para llevar a cabo una transición energética segura y competitiva. El mes pasado se informaba de la preocupación del consejero de Industria del Gobierno de navarra, Mikel Irujo, en relación con la imposibilidad del acceso a potencia eléctrica adicional en nuestra Comunidad. Es un tema que se debe analizar en profundidad definiendo la táctica a seguir con toda urgencia. Hay que incluir en la planificación nacional a corto y medio plazo, es decir, para el periodo de los próximos 10 años, los refuerzos y ampliaciones imprescindibles en la red eléctrica de Navarra.

Dicho lo anterior, el pasado 10 de octubre se conoció la Propuesta inicial de desarrollo de la Red de Energía Eléctrica, presentada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. En su Anexo I se puede encontrar una propuesta muy ilusionante para Navarra. Me refiero al proyecto “Interconexión España-Francia por los Pirineos Navarra-Landes”, que literalmente se describe como “una nueva interconexión entre España y Francia por la zona oeste de los Pirineos entre la región de Olza en España y Cantegrit en Francia”. Se trata de una interconexión diseñada para una potencia de 2000 MW, lo que significa que puede transportar 3,7 veces toda la electricidad consumida en Navarra en 2024. Esto supone disponer de una gran autopista para la energía. Solo con este tipo de infraestructuras a medio y largo plazo será viable la electrificación de la industria navarra a gran escala, la implantación de los tan nombrados y esperados “centros de datos” y los proyectos de hidrógeno limpio. Así se podrían completar las infraestructuras de recarga necesaria para la flota de vehículos eléctricos, que deberá seguirá creciendo en los próximos años, y disponer de margen energético para nuevos proyectos industriales.

Revisando el documento, podemos ver que no es un proyecto nuevo, sino que ya estaba recogido en el plan TYNDP (Ten Year Network Development Plan a diez años de desarrollo de redes) del año 2022. ¿Cómo es posible que nadie en el departamento de Industria esté impulsando este proyecto desde entonces y que ni se nombre entre los proyectos estratégicos de Navarra? Nos enfrentamos al problema de que en la propuesta presentada por el Ministerio hay dos proyectos gemelos y ambos similares al que ya se está construyendo entre el País Vasco (Gatika) y Burdeos. Ahora quedamos Aragón y Navarra compitiendo por una de estas líneas. Como bien indica el refranero español “el que da primero da dos veces”. Ya no podemos ser los primeros, pero Sr. Irujo, esperemos no ser de nuevo los últimos y que se repita el resultado de la autovía a Madrid o del Tren de Alta Velocidad, ya disponibles en Aragón desde hace décadas y sin fecha en Navarra. Si de lo que se trata es de una nueva línea eléctrica subterránea transpirenaica, parece fuera de duda que Navarra ofrece condiciones orográficas mucho más favorables que Aragón.

No debemos olvidar, tal y como ya indicaba en un artículo anterior, que la electrificación necesita electricidad y que el suministro sea limpio (24 horas y todos los días del año). Una conexión como la incluida en esta propuesta reúne todas esas cualidades: puede compensar la intermitencia de las energías renovables, la energía que recibamos a través de ese cable es la más limpia de Europa y en periodos de alta generación renovable podremos exportar la energía generada en Navarra a Europa.

Volviendo al principio, es la hora de establecer con urgencia una estrategia que permita que en la próxima década la conexión con las Landas sea una realidad. Es un proyecto realmente ilusionante y que pienso que contará con el apoyo de la gran mayoría de la sociedad navarra, ya que será una palanca fundamental para asegurar la transición energética, un objetivo perseguido por todos. Así que no es momento para “estar preocupado”, es momento de ponernos a trabajar todos juntos y conseguir, por fin, que un proyecto estratégico y fundamental para Navarra sea operativo en tiempo y hora. Estoy convencido que trabajando todos unidos, los navarros seremos capaces de lograrlo.

Recapiti
ana-yerro