La electrificación es uno de los pilares fundamentales de la transición energética para poder cumplir los objetivos que nos hemos marcado a nivel regional, nacional e incluso mundial. Lo que se necesita es disponer de electricidad y, para ello, y como la generación y el consumo están separados, es necesario conectarlos con lo que permite transportar la electricidad, que son los cables.
Cables más o menos grandes en función de la cantidad de electricidad a transportar. Las redes eléctricas de transporte son cables “gordos”, por los que pueden pasar enormes cantidades de electricidad y son fundamentales para poder realizar la tan deseada transición energética.
Hace pocos días la Cámara de Comercio e Iberdrola organizaron una jornada sobre este tema tan relevante en la que se presentaron y debatieron diversos aspectos relacionados con el desarrollo de las redes y su impacto en Navarra. El Sr. Taberna, presidente de la Cámara, abrió la jornada presentando la situación de las redes en nuestra comunidad, hoy saturadas, por lo que si realmente queremos potenciar la electrificación y no perder futuras oportunidades de negocio se deben implementar urgentemente acciones que mejoren la situación actual.
El consejero de industria, el Sr. Irujo, comentó los tres pilares en los que se debe apoyar la electrificación: el incremento en la generación renovable, el desarrollo de las redes de transporte y distribución y el apoyo a la industria para facilitar la electrificación de los procesos
Estando de acuerdo con lo anterior, pienso que faltan otros dos pilares fundamentales. El primero, una fuerte reducción del coste eléctrico: hoy se paga en Navarra por cada KWh consumido en la industria más que el doble de lo que se paga en USA y un 75% mas de lo que se paga en Francia. Así, es difícil que se tome la decisión de electrificar los procesos industriales. Y el segundo, asegurar la estabilidad de la red definiendo un mix de generación limpio y adecuado, dejando aparte los sesgos ideológicos.
A continuación, el máximo responsable de Iberdrola en Navarra explicó de manera muy clara el funcionamiento de las redes en España que, empleando el símil del tráfico, se puede resumir en que las redes funcionan por “capas”. En la parte superior se sitúan las redes de transporte, que se podrían asimilar a las autopistas, que conectan con la red de distribución, capa inferior, que se puede asimilar con las carreteras nacionales y provinciales. Las primeras son responsabilidad únicamente del Gobierno central, mientras que el resto depende de las empresas distribuidoras. Esto implica que si las primeras no se desarrollan, poco pueden hacer las distribuidoras para mejorar el servicio a los consumidores finales y proveerlos de la energía necesaria.
A continuación, la Directora General de Infraestructuras y Minería presentó las acciones que la Administración central ha incluido en el plan de desarrollo de estas redes en Navarra para los próximos cinco años. El plan incluye tres acciones; a corto plazo, la mejora y desarrollo de la red en la zona de Tierra Estella; a medio plazo, la conexión con el País Vasco en Itxaso y, a largo plazo, la conexión con Francia en las Landas.
A continuación, se presentó la situación de cada una de ellas. El proyecto que afecta a Tierra Estella y que indirectamente mejorará la situación en Pamplona está en fase de implementación, pero ya han surgido acciones de rechazo que como ya pasó con otras infraestructuras, generarán retrasos y sobrecostes. La conexión con Itxaso es un proyecto que, siendo clave para poder incrementar la disponibilidad de potencia en nuestra comunidad, lleva muchos años en cartera y no acaba de cristalizar. Si bien ya dispone de la aprobación de impacto ambiental, a día de hoy no cuenta con la autorización final, que depende del Gobierno central. Por último, el proyecto de conexión con Francia, a pesar de ser el que representaría un salto cualitativo en el desarrollo de la red navarra, y por el que competiremos con Aragón, apenas se tuvo en cuenta en la presentación.
Tras las exposiciones se planteó una pregunta sobre el plan de acción que el Gobierno de Navarra está llevando a cabo para asegurar la implementación de las dos acciones que todavía están en fase de proyecto. La contestación fue decepcionante, al manifestar que “llaman todos los lunes” esperando la decisión sobre la línea de Itxaso y no han iniciado ninguna acción en relación con la conexión a Francia.
Esta actitud es como jugar a perder ya que, si Navarra mantiene esta actitud pasiva, serán otros los que consigan los proyectos. Basta mirar a nuestro alrededor par darnos cuenta de que esto es lo que ya está sucediendo.
Como conclusión, y asumiendo que la electrificación de Navarra es uno de los objetivos fundamentales para asegurar nuestro futuro industrial, debemos reaccionar con rapidez a todos los niveles. A nivel municipal, evitando poner piedras en el camino y asumiendo que el transporte de la electricidad necesita postes y cables y, a nivel gubernamental, asumiendo un papel proactivo en Madrid con acciones algo más contundentes y ambiciosas.