Quien trabaja en la Pastoral con Jóvenes, especialmente con actividades de voluntariado o misión, sabe el reto que supone profundizar más allá de las “experiencias”, y que no se queden ahí. La receta de Jóvenes Hospitalarios: encuentro, sensibilización, y escucha.
Jóvenes Hospitalarios es una iniciativa conjunta de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, ambas con amplio recorrido en España y en todo el mundo. En su oferta pastoral, se incluyen sendas experiencias de voluntariado, combinadas con momentos de oración y convivencia para profundizar en el sentido de lo vivido, en la llamada del Cristo Buen Samaritano a practicar la Hospitalidad.
Para que no quede todo ahí, el pasado 12-14 de septiembre celebraron su ReEncuentro, en la Fundación Instituto San José de los Hermanos de San Juan de Dios. Unos 60 jóvenes de toda España se reunieron en Madrid para recoger y compartir sus experiencias y lanzar este nuevo curso.
En este encuentro, no faltaron los testimonios, espacio para que los mismo expresaran en qué medida habían sido transformados: en las Navidades con personas sin hogar, en la Pascua con personas enfermas, en el voluntariado internacional en Ecuador, en experiencias hospitalarias de verano en centros de discapacidad o de salud mental, y la estrella – un Jubileo de Jóvenes hospitalario– una propuesta carismática por excelencia, peregrinando por centros de Hermanas y Hermanos, conviviendo con sus residentes, para vislumbrar la esperanza allí donde, a primera vista, solo se espera sufrimiento.
Pero no basta anclarse en revivir. El programa de este fin de semana tenía por objetivo descubrir distintas expresiones del carisma de la Hospitalidad para profundizar. En este sentido, los jóvenes hospitalarios participaron en talleres de sensibilización y contra estigmas de distintas realidades. Jugaron un partido de fútbol (¡y perdieron!) con personas recuperándose de enfermedad mental y voluntarios de la AFAEP, asociación que desde 1991 brinda apoyo a estas personas y sus familiares, estrechamente vinculada con la Fundación Hospitalarias Arturo Soria
Los participantes del ReEncuentro siguieron también un taller impartido por una persona con discapacidad intelectual, residente del Centro San Juan de Dios de la Orden Hospitalaria en Ciempozuelos (Madrid). Escucharon testimonios de superación y esperanza de los miembros de Narcóticos Anónimos, así como reflexionaron cómo actuar ante la creciente soledad no deseada entre los jóvenes.
Lo más importante era que se escuchase la voz de Dios y de los jóvenes. Siguiendo la línea del Sínodo de los Jóvenes, se comenzó el fin de semana con una vigilia de oración con el lema “¿Hacia dónde remamos?”. Esta hora santa fue una oportunidad para depositar los frutos del curso pasado ante su Autor, y pedir la gracia para orientar el rumbo del nuevo curso hacia mayor comunión con Jesús Buen Samaritano, fuente del carisma de la Hospitalidad.
Uno de los momentos más emotivos del fin de semana fue, sin duda, la Eucaristía del sábado por la tarde, celebrada en la unidad de discapacidad junto a sus residentes. Ahí los jóvenes se dieron cuenta que, ante el Sagrado Corazón de Jesús, ardiente de amor por cada ser humano, las distancias entre “los asistidos” y “los que asisten” se borran, es más, son las personas vulnerables que tienen mucho que enseñarnos sobre la fe y confianza en medio del dolor.
Otro momento destacado del programa consistió en mesa redonda de la Hospitalidad: donde una hermana hospitalaria, un joven postulante y una pareja de jóvenes hospitalarios compartieron su experiencia de discernir la llamada de Dios a la santidad en distintos estados de vida.
El sábado, en diversos momentos de oración y reflexión, se dio la voz a los jóvenes para que expresasen hacia dónde sienten que les llama Dios en su vida, y qué necesitan de la organización para dar respuesta a esa misión. Cupo destacar una reflexión: la necesidad de llevar el Amor de Dios al mundo, hacer más hospitalario un mundo sufriente.
El curso que comienza en Jóvenes Hospitalarios recogerá estas aportaciones de los jóvenes, con más propuestas de voluntariado, oración y formación, y siguiendo procesos con ellos.
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