LA ESCENA: Demasiadas fuentes, falta de control.
Giulio gestiona los recursos internos y externos, pero no dispone de las herramientas necesarias para saber quién está disponible, quién tiene las habilidades adecuadas y a qué precio.
EL ENEMIGO: Demasiadas fuentes, falta de control.
Los currículos, los costes y las competencias están dispersos por todas partes.
El departamento de RRHH está excluido de los procesos clave e interviene solo en casos de emergencia.
EL MALESTAR: Desperdicio de talento, cargas desequilibradas.
Los empleados séniores están bajo presión, los júnior se estancan.
Los jefes de proyecto improvisan.
Los proyectos empiezan mal y el equipo se desmotiva.
LA ESCALADA: Excel no es suficiente.
Giulio actualiza archivos y rastrea datos.
Cada cambio genera confusión.
Hay falta de estructura, falta de visión.
EL CAMBIO: Luego llegó Tarko, y todo cambió con la gestión centralizada.
Con Tarko, Giulio introduce las descripciones de puestos, las habilidades, los turnos y los costes de cada recurso.
Todos los datos están actualizados y disponibles.
DEL MAPA DE RECURSOS A LA COINCIDENCIA DEL PROYECTO: Datos de RRHH que apoyan a los PM.
Los gestores de proyectos pueden realizar asignaciones, estimaciones y planificación de la capacidad basándose en información fiable.
LA TRANSFORMACIÓN: Recursos Humanos entra en el centro del proyecto.
Giulio se anticipa a las tendencias, optimiza el uso de las personas e identifica talentos y habilidades.
LA INSPIRACIÓN: Las personas adecuadas, en el lugar adecuado.
“Con Tarko, no asigno recursos. Creo valor.”