La semana pasada volvió a mostrar la sensibilidad de los mercados a los mensajes de política monetaria y a las señales comerciales provenientes de Washington y Pekín. Predominó la debilidad bursátil y la cautela ante las dudas sobre la fortaleza de la economía, la reunión de la Reserva Federal en diciembre, la volatilidad de las criptomonedas y el intenso escrutinio sobre las grandes tecnológicas. Incluso los sólidos resultados corporativos y las señales positivas de algunas compañías no lograron estabilizar del todo la confianza de los inversores, dejando a los mercados oscilando entre repuntes y presiones vendedoras. Sin embargo, el viernes dos factores inesperados lograron revertir parcialmente la tendencia.
El primero fueron las declaraciones acomodaticias del presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, interpretadas como reflejo de la postura de Jerome Powell. La probabilidad implícita de un recorte de tipos en diciembre subió del 30% al 70%, lo que estabilizó las bolsas y redujo el índice VIX de 28 a 23. El segundo factor fue la noticia de que la Administración Trump podría permitir a Nvidia vender su chip H200 a China, lo que alivió la presión sobre sus acciones, aunque el rebote tecnológico fue desigual: Alphabet destacó frente a Meta y Microsoft.
El viernes, aproximadamente 450 valores del S&P 500 registraron ganancias, lo que permitió al índice subir un 1%, aunque todavía se encuentra en su peor mes desde marzo, algo poco habitual en noviembre. El Nasdaq 100 avanzó un 0,8%, el Dow Jones un 1,1%, el MSCI World un 0,6%, el Bloomberg Magnificent 7 Total Return un 0,8% y el Russell 2000 un 2,8%. El bitcoin rebotó desde sus mínimos, pero se encamina a su peor mes desde 2022. La jornada estuvo marcada por el vencimiento de 3,1 billones de dólares en opciones.
En renta fija, los rendimientos de los Treasuries a diez años descendieron dos puntos básicos hasta el 4,06%, mientras que los de dos y treinta años cayeron a 3,51% y 4,71%, respectivamente. Entre las divisas, el euro se mantuvo en 1,1518 dólares, la libra subió a 1,3105 y el yen avanzó hasta 156,40 por dólar. En materias primas, el crudo Brent retrocedió a 54,36 dólares por barril y el oro cayó a 4.068,26 dólares la onza.
En Europa, las bolsas cerraron la semana en negativo: el Ibex 35 perdió un 1,04%, el DAX un 0,8% y el EuroStoxx 50 un 0,98%. En renta fija, los bonos a diez años registraron ligeras variaciones: Alemania se sitúa en el 2,7%, Francia en 3,47% y España en 3,21%. Los rendimientos británicos a diez años cayeron a 4,55%.
Las criptomonedas atravesaron uno de sus periodos más complicados del año. El bitcoin descendió por debajo de los 90.000 dólares y se acercó a los 80.000, su nivel más bajo desde abril.
Hoy las bolsas asiáticas han abierto de forma mixta. Destaca positivamente el mercado de Hong Kong, mientras el bitcoin rebota hasta los 87.000 dólares
Los datos macroeconómicos ofrecieron señales mixtas.
En Estados Unidos, el PMI manufacturero cayó a 51,9 frente a 52 esperado, lo que refleja una menor confianza en los nuevos pedidos y las exportaciones, aunque la producción y el empleo se mantuvieron positivos. Por su parte, el PMI de servicios subió a 55, mientras que la confianza del consumidor en Michigan descendió a 51, debido a percepciones negativas sobre los ingresos y el empleo, aunque las expectativas futuras mejoraron ligeramente. Los inventarios mayoristas, en cambio, se mantuvieron estables. En la eurozona, el PMI manufacturero bajó a 49,7 por la debilidad de la demanda y del empleo, mientras que los servicios se sostuvieron en 53,1. En Francia, la confianza empresarial disminuyó en el sector industrial, pero repuntó en servicios. En Suiza, la oferta monetaria M3 creció un 4,8% interanual, con M1 y M2 también al alza. Por último, en el Reino Unido, el PMI manufacturero se mantuvo en ligera expansión (50,2), mientras que el de servicios se debilitó a 50,5; la confianza del consumidor cayó a -19 y las ventas minoristas retrocedieron un 1,1% respecto al mes anterior, tras dos meses de recuperación. En conjunto, los datos reflejan una moderación en la manufactura y el consumo, una resiliencia relativa en los servicios y presiones mixtas sobre la inflación y el empleo. Más incómodo para la Fed fue el anuncio de la Oficina de Ética del Gobierno sobre posibles infracciones bursátiles de la exgobernadora Adriana Kugler, el quinto caso desde 2020, en un momento de creciente cuestionamiento político a la independencia del banco central.
En el Reino Unido, la inflación de octubre se moderó conforme a lo esperado, abriendo la puerta a un posible recorte de tipos por parte del Banco de Inglaterra a la espera del presupuesto que se dará a conocer el día 26. El crecimiento sigue débil y la confianza baja. En Japón, el PIB del tercer trimestre cayó menos de lo esperado, pero el Gobierno apuesta por estímulo fiscal y monetario, presionando al Banco de Japón para que no suba tipos. La estrategia de la primera ministra Takaichi, orientada a un crecimiento nominal superior al coste de la deuda, ha tensado los mercados, con empinamiento bajista de la curva y dudas sobre la capacidad del BoJ de subir tipos a corto plazo.
La semana arranca con la resaca de la ausencia de Estados Unidos en la reunión del G-20, lo que ha debilitado el formato y provocado el cuestionamiento de Macron sobre su continuidad, aunque el año que viene se celebrará en Florida. Por su parte, Ucrania continúa revisando el acuerdo de paz negociado entre Rusia y Estados Unidos. Además, la Fed entra en su periodo de silencio previo a la reunión de diciembre, en un contexto de datos fragmentados, discrepancias internas y un presidente Powell con influencia limitada, lo que mantendrá la incertidumbre sobre la política monetaria.
El miércoles se publicarán datos clave en EE.UU., incluyendo PIB (segunda estimación, tercer trimestre), deflactor del PIB, PCE (general y subyacente), pedidos de bienes duraderos y estadísticas de desempleo. En el Reino Unido, el presupuesto del 26 de noviembre será determinante y generará volatilidad en las rentabilidades de los gilt y en los mercados de renta fija y divisas. En la eurozona se publican las encuestas de la Comisión Europea y el IFO alemán, y al final de semana los IPC adelantados de Alemania, Francia y España. En Japón, el IPC de Tokio podría confirmar la persistencia de la inflación por encima del objetivo, con un Banco de Japón que sigue actuando con cautela. Por último, la semana estará marcada por la festividad de Acción de Gracias.
Buena semana.
Jorge González GómezDirector de Análisis