La Fundación ETEA conmemoró durante el pasado año 2024 un compromiso de más 50 años de trabajo en el ámbito del desarrollo humano, la cooperación internacional y la investigación académica. Esta trayectoria en proyectos tanto nacionales como internacionales, la labor constante y su trabajo acompañando a la universidad, primero como ETEA y luego como Loyola, le han valido el reconocimiento como Cordobés del Año en la categoría de Valores sociales.
Los premios Cordobeses del Año conmemoran de manera especial la celebración de su cuadragésima edición con la entrega de los reconocimientos que distinguen la trayectoria y el emprendimiento empresarial en las categorías de Valores sociales y Economía y empresas. Estos reconocimientos, que se concederán en una gala que tendrá lugar el próximo 19 de junio.
Para su director, José Manuel Martín, este galardón supone «un reconocimiento a las instituciones y personas que, desde Córdoba, proyectan su labor más allá de nuestras fronteras».
Un trabajo en Desarrollo con carácter universitario y jesuita
La fundación siempre ha tenido como objetivo consolidar y fortalecer las líneas de trabajo que ya venía desarrollando ETEA desde su creación (1963), sobre todo en el ámbito de la cooperación internacional, con especial atención a Centroamérica.
Uno de los grandes impulsores de este proyecto fue el jesuita Jaime Loring, quien desde el primer momento estableció vínculos sólidos con universidades jesuitas en países como el Salvador, Guatemala o Nicaragua, prestándoles asesoramiento, apoyo institucional e incluso enviando profesorado para contribuir a su desarrollo. Con el tiempo, este modelo se expandió hacia otros países de América Latina, como Honduras, Cuba o Paraguay y a otras regiones, incluyendo países del continente asiático y africano. En 2002, la Fundación ETEA se constituyó formalmente como tal, reforzando su autonomía sin perder su conexión con el ámbito universitario.
Desde entonces, las áreas temáticas prioritarias se han orientado hacia la inclusión, el desarrollo sostenible y las políticas de desarrollo y cooperación, además del trabajo de apoyo institucional a la región centroamericana. La Fundación ha promovido la transformación de estructuras sociales, económicas y políticas, impulsando más de 400 proyectos y convenios en diversas partes del mundo, con especial foco en América Latina y el Caribe, pero también en el Sudeste Asiático, el Magreb y Europa del Este.
José Manuel Martín subraya el valor de un trabajo «callado, difícil, lleno de retos y cuyos frutos se cosechan lentamente, pero con un impacto real en las personas y comunidades con las que trabajamos».
Fuente de la noticia: Diario Córdoba
