Ocho personas —siete trabajadores de NPH y un niño de 3 años con discapacidad— fueron secuestradas durante un ataque a la casa hogar Kay St. Hélène en Haití.
Informamos con profunda preocupación de un grave incidente de seguridad ocurrido la madrugada del domingo 3 de agosto en nuestra casa hogar Kay St. Hélène, ubicada en la localidad de Kenscoff, a unos 25 kilómetros de Puerto Príncipe, capital de Haití.
Durante el ataque, perpetrado por un grupo armado, fueron secuestradas ocho personas: siete miembros del equipo de NPH Haití y un niño de tres años con discapacidad. Entre los trabajadores se encuentra una ciudadana irlandesa con décadas de trayectoria en el país, responsable del programa de atención a niños y adultos con necesidades especiales en NPH Haití.
Este acto de violencia ha golpeado el corazón de la misión de NPH: proteger la infancia, acompañar a las personas más vulnerables y servir con dignidad, justicia y amor.
La casa Kay St. Hélène es el principal centro de acogida de NPH en Haití, donde actualmente viven cerca de 270 niños y niñas, incluyendo muchos con discapacidades. Además de la atención residencial, NPH Haití ofrece programas educativos y de salud a miles de personas a través de sus instituciones, como el Hospital Pediátrico St. Damien, el único hospital infantil gratuito en Puerto Príncipe.
Frente a este ataque sin precedentes y como medida de protección, NPH Haití y la Fundación St. Luke han tomado la difícil decisión de cerrar temporalmente todas sus instituciones y programas en el país, tanto en señal de protesta como para salvaguardar la seguridad de los demás niños y trabajadores.
La situación en Haití ha empeorado gravemente en los últimos años debido a la escalada de violencia por parte de grupos armados. Según datos de Naciones Unidas, en lo que va de 2025 se han registrado más de 1.400 secuestros, en muchos casos con fines de extorsión, afectando tanto a población local como a trabajadores humanitarios.
NPH está colaborando estrechamente con las autoridades haitianas y otros actores locales e internacionales para lograr la liberación segura e inmediata de las ocho personas secuestradas. Por razones de seguridad y confidencialidad, no se compartirán más detalles en este momento.
Desde hace más de 35 años, NPH trabaja en Haití al servicio de los más vulnerables, brindando atención integral a la infancia y a comunidades enteras, sin importar su origen, religión o condición. Este ataque no detiene nuestra misión, sino que reafirma la urgencia de seguir protegiendo la dignidad y los derechos de cada niño y niña en Haití.
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