La inteligencia artificial está a punto de generar un cambio en el mercado laboral que, históricamente, habría requerido décadas. Sam Altman, CEO de OpenAI, advierte que la adopción masiva de la IA comprimirá siglos de rotación laboral en apenas unos años, afectando especialmente a los puestos de atención al cliente. Para directivos y responsables de transformación digital, entender este fenómeno resulta clave para diseñar estrategias de talento y reorganización interna.
Altman asegura que, aunque los cambios tecnológicos no son inéditos, la velocidad de adopción de la IA hará que la transformación sea más intensa que en otras revoluciones industriales. Esto plantea un escenario en el que la anticipación y la planificación estratégica se convierten en elementos decisivos para la competitividad empresarial.
Atención al cliente, la primera línea de disrupción
Según Altman, los empleos de atención al cliente serán los primeros en verse afectados, ya que la IA puede replicar y superar la eficiencia humana en estas funciones. «Muchos de los actuales empleados de atención al cliente perderán sus puestos, y la IA lo hará mejor», afirmó. Este cambio no solo implica automatización de tareas repetitivas, sino también una transformación de competencias y perfiles profesionales dentro de las empresas.
En contraste, profesiones como enfermería y medicina permanecen relativamente protegidas, ya que la interacción humana sigue siendo un valor esencial. Para los líderes empresariales, esto significa identificar los roles que pueden evolucionar y aquellos que requieren nuevas habilidades digitales y humanas para adaptarse a un mercado impulsado por IA.
Productividad y disrupción: un patrón histórico
Históricamente, la tecnología incrementa la productividad, aunque genera disrupción temporal. Expertos como Ethan Mollick, de la Wharton School, subrayan que, a corto plazo, la IA provoca desajustes laborales, mientras que a medio y largo plazo puede crear puestos de mayor valor.
Ejemplos históricos, como la desmotadora de algodón, demuestran que la automatización puede abaratar la producción y, simultáneamente, estimular la demanda y el empleo en otras áreas. Sin embargo, las lecciones de los luditas del siglo XIX muestran que los cambios tecnológicos abruptos también pueden generar tensiones sociales, especialmente cuando se sustituyen empleos cualificados por posiciones menos especializadas.
Impacto estratégico del cambio
Para los directivos, la IA no es solo una cuestión técnica, sino una decisión estratégica sobre talento y organización. La rapidez con que se implementen estas tecnologías determinará la capacidad de la empresa para optimizar procesos, retener talento crítico y mantener ventajas competitivas.
Aunque la IA puede mejorar la eficiencia en ciertos roles, la gestión de la transición y la formación continua del equipo serán claves para minimizar riesgos y maximizar oportunidades. La adopción inteligente de la IA se convierte así en una palanca de transformación digital que permite a las empresas españolas competir en un entorno cada vez más tecnológico sin perder capital humano estratégico.
Fuente: Business Insider