Tejidos sostenibles y circulares: qué son y cuáles elegir

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¿Qué significa que un tejido sea sostenible?

Un tejido sostenible es aquel que se ha producido minimizando el uso de agua, energía y químicos tóxicos, respetando a las personas que lo elaboran y cuidando los ecosistemas. Se diferencia de los tejidos convencionales porque busca reducir el impacto ambiental en todas sus fases: cultivo, hilado, teñido y confección.

¿Qué es un tejido circular?

Cuando hablamos de circularidad, nos referimos a tejidos diseñados para durar, repararse, reutilizarse o reciclarse al final de su vida útil. Es decir, que no acaban como residuo, sino que vuelven al ciclo productivo en forma de nuevas fibras o productos. En moda, la circularidad es clave para frenar el desperdicio textil.

Tipos de tejidos sostenibles y circulares más comunes

Fibras naturales orgánicas

Las fibras naturales son aquellas que provienen directamente de plantas o animales. Cuando además se cultivan o producen bajo criterios ecológicos, hablamos de fibras naturales orgánicas. Estas se caracterizan por reducir el uso de químicos dañinos, cuidar los suelos agrícolas y mejorar las condiciones laborales en las cadenas de producción.

Entre las fibras naturales orgánicas más utilizadas en moda sostenible encontramos el algodón orgánico, el lino orgánico y el cáñamo:

Imagen de Ranurte vía Unsplash

Algodón orgánico

El algodón orgánico se cultiva sin pesticidas, insecticidas ni fertilizantes químicos, utilizando métodos de agricultura ecológica. Este tejido se considera más sostenible porque puede reducir el consumo de agua de riego hasta un 91% en comparación con el algodón convencional. También porque favorece la biodiversidad y la salud de los suelos, y porque protege la salud de los agricultores al evitar la exposición a químicos tóxicos.

Al leer la etiqueta de una prenda confeccionada con algodón orgánico, ¿en qué debemos fijarnos? Lo más recomendable es buscar certificaciones como GOTS (Global Organic Textile Standard) u OCS (Organic Content Standard).

Lino orgánico

El lino orgánico es una fibra obtenida de la planta del lino, que crece con poca agua y casi sin necesidad de pesticidas. Este tejido se considera más sostenible porque es totalmente biodegradable, requiere muy poca irrigación artificial (aprovecha sobre todo el agua de la lluvia) y es un tejido muy resistente y duradero, lo que alarga la vida útil de la prenda.

Para asegurarnos de que una prenda es de lino orgánico, en su etiqueta deben figurar términos como 100 % lino o lino orgánico certificado.

Cáñamo

Se trata de una fibra vegetal que se extrae del tallo de la planta de cáñamo. Esta fibra se considera más sostenible porque es una de las más eficientes: crece rápidamente, no necesita pesticidas y mejora la fertilidad del suelo. Además, su cultivo tiene un consumo de agua reducido y es naturalmente antibacteriano y resistente a los rayos UV.

A la hora de leer su etiqueta, debemos fijarnos en que en esta figuren términos como hemp o cáñamo orgánico.

Fibras recicladas

Las fibras recicladas provienen de materiales ya existentes —ropa usada, restos de producción textil o incluso envases plásticos— que se transforman en nuevas materias primas. Son clave dentro de la moda circular porque evitan que los residuos acaben en vertederos y reducen el consumo de recursos vírgenes como agua, tierra o petróleo.

Entre las fibras recicladas más habituales se encuentran el poliéster reciclado (rPET), el algodón reciclado y la lana reciclada.

Poliéster reciclado (rPET)

El poliéster reciclado (rPET) es una fibra sintética que se obtiene a partir de botellas de plástico PET, redes de pesca o residuos textiles de poliéster. Se considera un tejido más sostenible porque evita extraer nuevo petróleo para fabricar poliéster virgen, reduce emisiones de CO₂ en la producción y proporciona una segunda vida a residuos plásticos que de otro modo tardarían siglos en degradarse. Sin embargo, aunque el poliéster reciclado (rPET) es más sostenible que el poliéster virgen, lo cierto es que continúa liberando microplásticos en los lavados.

A la hora de leer la etiqueta de una prenda confeccionada con esta fibra reciclada, ¿en qué debes fijarte? En términos como recycled polyester o certificaciones como GRS (Global Recycled Standard) o RCS (Recycled Claim Standard).

Algodón reciclado

El algodón reciclado se obtiene a partir de restos de producción o a partir de ropa usada que se desmenuza y vuelve a hilarse. Se considera más sostenible porque reduce la necesidad de cultivar nuevo algodón, ahorrando agua y pesticidas, y porque evita que toneladas de residuos textiles acaben en vertederos. Sin embargo, la fibra de algodón pierde calidad tras el reciclaje, por lo que suele mezclarse con algodón virgen u otras fibras para reforzar su resistencia.

Para saber si una prenda es de algodón reciclado, en su etiqueta debe leerse recycled cotton, acompañado del porcentaje de contenido reciclado.

Imagen de Jean-Marc Vieregge vía Unsplash

Lana reciclada

La lana reciclada procede de prendas de lana usadas o de restos de confección. Se clasifica por color y calidad antes de ser desmenuzada y vuelta a hilar. Esta fibra es más sostenible porque mantiene las propiedades naturales de la lana -aislante, duradera, biodegradable-, y porque permite aprovechar un material muy valioso sin gastar nuevos recursos. En cuanto a sus limitaciones, la fibra de la lana reciclada, al igual que en el caso del algodón, puede acortarse en el proceso de reciclaje y necesitar mezclarse con fibras vírgenes.

¿Qué debe leerse en su etiqueta? Términos como recycled wool o sellos de trazabilidad textil como GRS (Global Recycled Standard).

Fibras innovadoras

La innovación textil está dando lugar a una nueva generación de fibras que buscan reducir el impacto ambiental de la moda y, en muchos casos, aprovechar recursos que antes se desechaban. Estas fibras innovadoras son alternativas cada vez más presentes en las colecciones de marcas sostenibles y, aunque aún no están tan extendidas como el algodón o el poliéster reciclado, representan el futuro de los tejidos circulares.

Estamos hablando del Lyocell / Tencel™, Piñatex®, Bambú (procesado sostenible) y fibras textiles producidas a partir de residuos agrícolas o alimentarios como Orange Fiber, BananaTex o fibras de seda de maiz, leche o soja.

Lyocell / Tencel™

El Lyocell / Tencel™ es una fibra de celulosa producida a partir de la pulpa de madera de bosques certificados de eucalipto, haya o abedul. Se trata de un tejido más sostenible porque es biodegradable y muy resistente, y su proceso de producción utiliza un circuito cerrado en el que casi todos los disolventes se recuperan y reutilizan. Además, la madera empleada proviene de bosques gestionados de forma responsable (FSC o PEFC). El resultado es un tejido suave, transpirable y cómodo. En la etiqueta deben figurar términos como Lyocell o Tencel.

Piñatex®

Piñatex® es un material innovador fabricado a partir de fibras de las hojas de piña, un residuo agrícola de la industria alimentaria. Este tejido se considera más sostenible ya que aprovecha un desecho que normalmente se quemaría, evitando emisiones. Además, como se utiliza principalmente en calzado y marroquinería, el uso de Piñatex® reduce la necesidad de emplear pieles animales o materiales sintéticos derivados del petróleo. En la etiqueta de sus productos debe figurar Piñatex® o fibra de piña.

Bambú (procesado sostenible)

El bambú (procesado sostenible) es una fibra obtenida de la planta de bambú, que crece de forma rápida y sin pesticidas. Se considera una fibra más sostenible porque su cultivo es de bajo impacto: crece hasta un metro al día y regenera el suelo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que gran parte del bambú que se comercializa se procesa de manera química intensiva (con sosa cáustica), por lo que no siempre es sostenible. ¿Qué debemos buscar en su etiqueta? Términos como bamboo Lyocell o certificaciones de procesos limpios.

Fibras textiles a partir de residuos agrícolas o alimentarios

En la actualidad son cada vez más los proyectos que se dedican a investigar sobre cómo aprovechar restos que normalmente irían a la basura para transformarlos en tejidos. Este es el caso de, por ejemplo, Orange Fiber, una fibra hecha con residuos de cítricos; BananaTex, una fibra derivada de los residuos de los plátanos; y la seda de maíz, leche o soja, es decir, proteínas de subproductos alimentarios convertidas en hilos.

Imagen de Nikhil vía Unsplash

Cómo identificar tejidos sostenibles en las etiquetas de la ropa

Leer la etiqueta de una prenda es uno de los gestos más simples y, a la vez, más importantes, por poderosos, que podemos realizar como consumidores. Las etiquetas de la ropa deben indicar si realmente estamos ante un tejido sostenible y circular, así como el porcentaje de las fibras utilizadas.

Por tanto, la próxima vez que compres ropa, dedica unos segundos a leer su etiqueta. Ese pequeño gesto puede ayudarnos a tomar decisiones más conscientes, apoyar a marcas responsables y contribuir a que nuestros armarios sean parte de la solución, no del problema.

A continuación hemos elaborado una guía de 5 pasos para saber si una prenda es sostenible (o no) a través de su etiqueta. Y es que ese minuto extra que invertimos leyendo esta información puede ser la diferencia entre apoyar un modelo de moda circular o caer en el greenwashing.

Fíjate en el tipo de fibra

Busca términos como algodón orgánico, lino orgánico, hemp/cáñamo, recycled polyester, recycled cotton, Tencel/Lyocell

Si solo aparece algodón o poliéster, sin más, probablemente se trate de fibras convencionales.

Busca certificaciones oficiales

Los sellos de sostenibilidad aportan trazabilidad y garantía de que lo que se declara en la prenda es real. Algunos de los más importantes son:

GOTS (Global Organic Textile Standard):

Este sello certifica fibras orgánicas (mínimo 70%) y procesos de tintado y confección responsables, así como garantiza criterios sociales y ambientales a lo largo de toda la cadena.

OCS (Organic Content Standard):

Este sello verifica la cantidad de material orgánico en un producto (aunque no controla procesos posteriores).

OEKO-TEX Standard 100:

Este sello asegura que el tejido no contiene sustancias nocivas para la salud. Resulta muy útil para ropa infantil o prendas en contacto directo con la piel.

GRS (Global Recycled Standard) y RCS (Recycled Claim Standard):

Estos sellos certifican contenido reciclado y trazabilidad en la cadena de producción.

FSC o PEFC:

Estos sellos garantizan que las fibras de origen forestal (como el Lyocell) provienen de bosques gestionados de manera sostenible.

Desconfía de las etiquetas eco, verde, natural, responsable

Estos términos vagos no significan nada en una etiqueta si no van acompañados de un sello o especificación clara de la fibra empleada en su confección. Es lo que se conoce como greenwashing.

Revisa el porcentaje de fibras

El valor real está en el porcentaje de fibra sostenible o reciclada. Este debe ser significativo, idealmente superior al 50%. Una prenda que dice “con algodón reciclado”, por ejemplo, puede llevar solo un 5% de contenido reciclado y el resto ser poliéster virgen.

Comprueba el origen y la transparencia de la marca

Las marcas que están realmente comprometidas con la sostenibilidad suelen ofrecer detalles claros sobre la procedencia de sus fibras. En este sentido, algunas etiquetas incluyen información adicional sobre la trazabilidad o un código QR que enlaza con contenido relacionado con la historia del tejido.

Optar por prendas fabricadas con tejidos sostenibles y circulares no es solo una cuestión de moda: es un gesto que multiplica sus efectos en el planeta, en las personas y en tu propio armario.

Beneficios de los tejidos sostenibles y circulares para el medio ambiente

  • Los tejidos sostenibles emplean menos agua y menos químicos. Elegir algodón orgánico o lino significa reducir el uso de pesticidas y fertilizantes, protegiendo los suelos y el agua. Al mismo tiempo, suponen una reducción de residuos, ya que los tejidos reciclados y circulares evitan que toneladas de ropa acaben en vertederos o incineradoras. El empleo de tejidos sostenibles también supone reducir las emisiones de CO₂, ya que la producción de fibras recicladas consume menos energía y genera menos gases de efecto invernadero que la de fibras vírgenes.

Beneficios sociales de los tejidos sostenibles y circulares

  • Los tejidos sostenibles aseguran, en muchos casos, condiciones laborales más justas, ya que muchas certificaciones no solo garantizan sostenibilidad ambiental, sino que también revisan aspectos sociales y de derechos laborales. Además, estos tejidos apoyan a comunidades agrícolas y locales al fomentar cultivos ecológicos -como el algodón orgánico o el cáñamo-, e impulsar un desarrollo más equilibrado.

Beneficios de los tejidos sostenibles y circulares para ti y tu armario

  • En cuanto a las ventajas para los consumidores, algunos de estos tejidos más sostenibles aseguran una mayor durabilidad. Es el caso del cáñamo o el lino, por ejemplo, que destacan por su resistencia. Las fibras naturales orgánicas destacan además por su confort, ya que son transpirables, suaves y no contienen residuos tóxicos, por lo que son ideales para pieles sensibles.
Recapiti
Cristina Sánchez de Pedro