Una de las villanas más icónicas de nuestra infancia se llama Cruella y se apellida De Vil. Muchas veces nos han contado su historia, en novelas o películas, pero en casi ningún momento teniendo mucho en cuenta su punto de vista. Ahora, desde las tablas del Gran Teatro Caixabank Príncipe Pío, coge las riendas y nos la cuenta a base de notas musicales.
101 Dálmatas The show revive la clásica historia creada por la escritora británica Dodie Smith, pero con la visión que da el siglo XXI gracias al trabajo de Macarena Hernández-Gil. Así, conceptos como redes sociales, influencer o patrocinadores entran en escena y hacen que todo sea distinto. Anita, Roger, Perdita, Pongo u Horacio, incluyendo el supuesto robo de los cachorros de dálmata, siguen estando allí, pero con otra voz distinta y otras circunstancias.
La comisaria es el inicio de toda una trama, dirigida por José Félix Romero, en la que De Vil expresa como fue traicionada por su mejor amiga y como la amistad, al final, está por encima de seguidores, modas y otros mundos efímeros que no significan nada. De esto modo, esta revisión incide en que todo no es blanco y negro, como sí lo es el pelo de Cruella, y que el mundo actual tiene que despertar de la pesadilla en la que está viviendo. Que lo real, lo que importa, está en las personas y no en lo que enseñamos a través de una pantalla. Todo ello derribando absurdos clichés y reflexionando sobre diversos temas de una manera elegante y con mucho ritmo.
De esta forma se crea un espectáculo en cierta forma reivindicativo que se acompaña de interpretaciones de canciones tan populares como “What’s love got to do with it” de Tina Turner, “Flowers” de Miley Cyrus, “Señorita” de Shawn Mendes y Camila Cabello o “Unstoppable” de Sia. Todas interpretadas de manera sublime introduciendo al público en la trama desde el primer momento.
Ahora bien, como creación que se mueve dentro de la etiqueta de musical, se echó en falta alguna canción original que partiera desde cero contando algo de la historia.
Aunque esta fórmula funciona a la perfección nada sería posible sin la actuación de un equipo corral en escena que funciona como uno solo. Desde el cuerpo de baile, espectacular no solo es las coreografías, sino también en el manejo de las marionetas de los perros, hasta el conjunto de actores que dan vida a los personajes principales. Entre todos ellos, destaca la figura de María Adamuz que interpreta a una Cruella soberbia y espectacular llenando todo el escenario cada vez que sale. Consiguiendo cambiar la percepción, que en cierta manera, teníamos de ella.
En cuanto a los aspectos técnicos, destaco el trabajo realizado en las marionetas por parte de Valiana Areco. Los perros y sus movimientos están captados a la perfección haciendo las delicias de un público que los puede ver más cerca de lo que se esperaba. Igual podría decir de la caracterización, sobre todo del personaje de nuestra villana por parte de Mika Lai.
En cambio, el vestuario creado por Eduardo de la Fuente y José Cantero, aunque acertado la mayoría de las veces, en algunas ocasiones falla como es el caso del utilizado para Anita. Tan lejos de personaje original, llega a chirriar en diversas ocasiones de la escena.
101 Dálmatas The show es una revisión excelente que gustará a pequeños y mayores con unos mensajes profundos que la convierten en un teatro musical reflexivo como pocas veces se ve en nuestra cartelera.
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